Saber aprovechar las oportunidades que ofrecen los nuevos escenarios, moldeados por el avance tecnológico, la innovación, y la siempre oscilante tendencia de la oferta y la demanda,  es un valor agregado para un proyecto productivo con aspiraciones de crecimiento y expansión. Santiago Colella (32), es un joven empresario que reúne esas cualidades a las que le sumó, claro está, una tarea que no se detiene nunca. Su planta modelo de aceite de girasol, soja y alimento balanceado,  se prepara ahora para un reto mayor: producir biocombustibles a mayor escala, proyección en la que está pendiente un convenio con el Municipio (ver aparte). Pero la historia de Don Lito, su empresa ubicada en la ruta provincial 55 entre Balcarce y Los Pinos, comenzó en 2011 cuando ya recibido de técnico analista en impacto ambiental y habiendo realizado un trabajo final sobre la producción y fabricación de biodiesel a partir de aceites vegetales, decidió armar una pequeña planta que creció al ritmo frenético de la producción y de las oportunidades que lo llevaron más tarde a dejar su cargo en el Banco de la Provincia de Buenos Aires. “Fue una decisión de vida más que laboral”, confiesa. Sobre la estructura que montó, explicó que  “todas las estructuras y chimangos para mecanizar la planta los fabriqué con mis propias manos (fui a ver a Néstor Olivadotti y Mario García de Hierros Balcarce y les dije: “si me enseñan a soldar les compro los materiales, y así fue como Mario me enseñó a soldar durante muchas mañanas)”, contó Santiago que es, básicamente, un gran emprendedor.  La dinámica de su, en ese momento incipiente empresa fue tan que en noviembre de ese mismo año ya estaba con su planta funcionando en un galpón que le prestó Julio Álvarez –por una gestión de Ricardo Luciano- y que después terminó alquilando. Le contó Santiago a La Vanguardia que no todo fue tan sencillo, ni el camino tan cómodamente transitado. Y relata una anécdota que vale la pena repasar, aún como estímulo y experiencia para los que están iniciando una actividad emprendedora. “Una noche del verano 2012 estaba ya poniendo en marcha las prensas (las cuales llevan un tiempo de aclimatación) y no lográbamos hacerlas funcionar. En un momento me quedé  solo a las once de la noche y queriendo hacerla andar se rompió el cabezal y desahuciado pensé que se terminaba todo. Pero esa noche pensé que ese era el momento en el que la mayoría de la gente abandona. Algo en mi interior me hizo levantarme y ponerme a arreglar la máquina, a soldar  y a tratar de poner en marcha esa planta hasta que arrancó. Solamente los insensatos y los que sienten amor por lo que hacen, logran que las cosas sucedan y funcionen”, dice convencido Santiago mientras recorre la planta junto a La Vanguardia.

-¿Y cómo siguió la historia?  -Y bueno, desde ese día comencé a moler girasol (el cual un amigo me lo consiguió financiado a 90 días) y por el aguante de mi familia. Mi mujer Mariana y mis hijos y mis viejos –Mario y Gladis- han sido y son puntales en lo que emprendo en la vida. En lo técnico, seguí produciendo y a principio de 2014 arranqué con la línea de soja y con la primer planta de biodiesel. También un reconocimiento especial a mis empleados que son un factor clave para que esto funcione.

-¿Cómo se financió la estructura de la planta?                                                                        -Fueron años de mucho esfuerzo, por lo cual a fines del pasado año y al haber reinvertido todas las ganancias de la fábrica mes tras mes, año tras año y haber logrado tener mi planta con oficinas , vestuarios y planta de silos ( para la cual obtuve una financiación del Consejo Federal de Inversiones), decido renunciar a mi trabajo como empleado bancario para dedicarme al 100 % a mi actividad empresarial, la cual al tener ya 4 empleados y diferentes módulos de producción (molienda soja-Molienda girasol-alimentos balanceados-fabricación de biodiesel-servicios de siembra) requería una atención full time.

-¿Cómo es la organización de su empresa?-La empresa actualmente cuenta con 4 empleados en planta permanente, los cuales están ocupados con horarios rotativos a tareas de mantenimiento y operativas para mantener las líneas de producción en marcha. La planta trabaja las 24 horas del día de lunes a sábado. Las tareas comerciales y gerenciales corren por mi cuenta, con la colaboración de mi padre, Mario Colella –su apoyo incondicional y con quien comparte cada decisión de la planta-, y lo referente a la administración contable y jurídica es tercerizado a un estudio contable.

-¿Cómo es el proceso que se hace en la planta hasta llegar al biocombustible? -El biodiesel lo hacemos con aceite de soja. La soja es recibida en condición cámara (13.5 o menos de humedad), es descargada en la rejilla transportada por la noria al silo de acopio, desde ahí pasa por una limpiadora de cereal para eliminar polvo, tierra y elementos ferrosos (a través de trampas magnéticas). Ingresa a la planta a un silo pulmón ya limpia y lista para ser procesada. Desde ahí cae por gravedad hasta la extrusora, en la cual la soja alcanza los 136 grados, lo cual genera que se desactive la actividad ureásica (para que el expeler de soja sea comestible principalmente para los monogasatricos, pollos, cerdos ect.). Desde la extrusora, la soja ya molida y caliente se dirige hasta las prensas, donde es separada la parte liquida (aceite) de la parte solida (expeler de soja). El expeler es depositado en silos de acopio para su posterior carga y venta. El aceite obtenido del proceso, aún no está listo para ser procesado, ya que necesita ser desgomado. Proceso que se realiza hidratándolo y dejando que decanten las gomas (fosfolípidos). Una vez desgomado y libre de agua el aceite es enviado a depósito. Desde depósito es tomado por el reactor de bio, el cual tomando las proporciones justas de aceite y métoxido (mezcla de alcohol y catalizador), comienza con la reacción química llamada trasesterificación.

 -¿Qué pureza o calidad tiene el resultado de ese proceso?  -El proceso, al ser realizado en un pequeño reactor tiene la particularidad de lograr que el choque de moléculas sea total, lo cual implica un alto valor de conversión. Además el biodiesel es filtrado de forma física y por resinas de intercambio iónico, lo que asegura la pureza.

-¿De qué manera se comercializa? -El biodiesel lo utilizo para autoconsumo y para el alquiler de los motores de riego que la empresa posee.

-¿Cómo se presenta el mercado de los biocombustibles para plantas como la suya?       -Las plantas para autoconsumo o pequeñas producciones no están tenidas en cuenta en la legislación. Estoy manteniendo contacto con gente del ministerio de Agroindustria de la nación, ya que me manifestaron la intención del actual gobierno de poder integrar estas pequeñas plantas de biocombustibles a las matrices comerciales. Ya que por ley está prohibida la venta de biodiesel de las pequeñas plantas. Sólo las plantas medianas y grandes que poseen cupo de la secretaría de energía de la nación pueden vender el bio a las petroleras para el corte de los combustibles.

 -¿Cuánto ayudan los biocombustibles al cuidado del medio ambiente? -El biodiesel es un combustible excepcional (lo utilizo al 100% en mi camioneta hace más de 2 años). La principal característica es su equilibrio ecológico (el C02 emitido al usarlo es equivalente al que utiliza el vegetal en su proceso de fotosíntesis)   lo que determina que no aumenta el contenido de ese gas de efecto invernadero en la atmósfera. Otra característica importante es su bajo grado de toxicidad (menos tóxico que la sal de mesa). Y por último, no contiene azufre, el principal precursor con los óxidos nitrosos de la lluvia ácida.

-¿Cómo se diversifica su producción? -Mi pequeña empresa empezó con una pequeña línea de molienda de girasol. Hoy seis años después, ya poseemos línea de girasol, línea de soja, línea de biocombustibles, arrancando en los próximos meses con una línea de alimentos balanceados y con proyecto de llegar a refinar el aceite de girasol. El propósito que tengo es de ir desde la semilla hasta la góndola, retroalimentando  toda la cadena productiva con mi combustible y transformando el aceite de girasol en refinado embotellado, el aceite de soja en combustible y los alimentos balanceados en carne.

Don Lito brindaría servicios industriales a la Comuna
En el marco del último encuentro del Programa de Fortalecimiento Productivo que impulsa la Subsecretaría Pyme de la provincia de Buenos Aires, el ministro de Producción, Ciencia y Tecnología, el ingeniero Jorge Elustondo, mantuvo una reunión con el intendente de Balcarce, Esteban Reino y con el Secretario de Producción local, Martín Carballo con quienes evaluó la posibilidad de materializar un proyecto público-privado para fabricar biodiesel. La propuesta surgió del microemprendedor Santiago Colella, que ya se dedica a la elaboración de este combustible en el Municipio con tecnología de punta y quiere incrementar la capacidad productiva utilizando aceite reciclado. La Municipalidad va a proveer el aceite y los insumos y el servicio industrial lo hará Don Lito. La empresa ya donó 3 mil litros del biocombustible para una prueba piloto exitosa en la maquinaria vial. Paralelamente, Don Lito haría una inversión para poder cambiar una línea de aceite vegetal crudo a aceite vegetal usado lo que le posibilitaría a la planta la fabricación del combustible.