Fabio tiene 14 años sufre de una de las formas que se presenta el autismo. Sin embargo, pudo transitar el camino escolar sin inconvenientes. Lo hizo como alumno integrado en la Escuela N° 16 y este año lo pretendía hacer en la Secundaria N° 8 que funciona en las instalaciones de la Escuela N° 7. Sin embargo, esta vez el recorrido de Fabio fue efímero. Tras una semana de asistir a clases, sus padres comenzaron a notar en el chico problemas de salud; “llegaba descompuesto, con vómitos y de repente había dejado de hablar, de comunicarse con nosotros”, le dijo a La Vanguardia Andrea, la mamá del chico que no necesitaba de un acompañante terapéutico para asistir a la escuela ya que “se desenvolvía muy bien”, contó. El padre de un compañero del chico –cuenta Andrea- fue la llave para empezar a entender lo que le pasaba a Fabio. En una charla, les contó parte de las situaciones a las que estaba siendo sometido el chico de 14 años, especialmente bromas de mal gusto por sus dificultades para leer o para escribir y que eran llevadas adelante por sus propios compañeros de curso.  Frente a esta situación, los padres de Fabio lo trasladaron a la ciudad de Mar del Plata para realizarle una serie de estudios que fueron tranquilizadores respecto de sus resultados, pero les advirtieron los médicos que lo atendieron que la mala experiencia de su primera semana de secundaria podría haberle generado un stress y vértigo, características que el nene no presentaba antes de iniciar la secundaria. En esos días, además, el papá del chico se topó con otra situación inquietante. Fue cuando halló en la cabeza del chico un corte que también tendría origen por un golpe en la escuela. “Mientras estuvo con nosotros nunca se golpeó, con lo cual está claro que el golpe fue en el colegio”, aseguró Andrea.   Ahora Fabio concurre una hora por día a la Escuela Especial N° 501 ya que es parte de la matrícula de ese establecimiento, pero sus padres esperan una respuesta de las autoridades educativas por lo que entienden se trató de un claro caso de bullyng y de discriminación. “Fabio ama la escuela, es boy scout,  y no podemos comprender lo que pasó”,  afirmó Andrea. El Trastorno Generalizado del Desarrollo (TGD) o Trastorno del Espectro Autista, es una alteración de origen neurobiológico que se manifiesta habitualmente en los niños durante los tres primeros años de vida y permanece con distintos grados de incidencia en la vida cotidiana. La mamá del nene dijo que Fabio se adaptaba muy bien a distintos ambientes, como lo hizo en la primaria, y que por eso “nos llama la atención lo que sucedió en la escuela”, concluyó.

 

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