Se cumplen siete meses de la muerte del remisero Juan Antonio Giannini, un hombre que fue enterrado en el gallinero de una casa, propiedad de Margarita Ponce. El 3 de enero de este año el cuerpo de Giannini (58) fue encontrado después de que la mujer se quebrara y confesara lo que había ocurrido ante el fiscal del distrito, el doctor Rodolfo Moure. Ponce está en libertad y la causa a un paso de ser archivada ya que el remisero –se comprobó- murió de causas naturales. Alicia Florez (viuda del remisero Juan Antonio Giannini) lo recordó y volvió a pedir justicia. “Es muy difícil vivir el día a día, me parece mentira que ya se cumplan siete meses y yo tenga que luchar con la tristeza, la angustia, la desesperación y no tenga ninguna respuesta. Y pienso que no la voy a tener porque las leyes están tan mal que en algunos casos, como el que me tocó vivir, se favorece a esta “mujer”, aunque no sé si se la puede llamar así. No puedo y no encuentro palabras para “definirla” porque fue tan cruel que no puedo creer como pudo agarrar una pala, hacer un pozo y enterrar  a “Tino” ¿No pensó en sus hijos? ¿No pensó en su marido y en la familia? Yo no me animé a enterrar mi “mascota”, entonces pienso la diferencia que hay entre esa “mujer y yo” ¡¡Claro, que ella se crió en la selva!!, como dice y no se cansa de aclarar”, escribió Alicia en una carta cargada de rabia e impotencia. “Yo sé que no vas a poder descansar porque cada vez que cierres los ojos se te va a venir la imagen a tu cabeza de lo que hiciste. No eras quien para decidir, hacer y apoderarte del cuerpo y mentir. Mentiste a la policía, al Fiscal, a mí, a sus hijos, hermanos, familia y amigos. Nos tuviste tres días buscando desesperados y voz riéndote de nosotros festejando Fin de Año con los tuyos. Para mí son fechas que no voy a olvidar. El 2 de enero que tuve que reconocer el cuerpo en tu casa (La casa del horror) que nadie se olvide de eso, y el 9 de enero recién me entregaron el cuerpo de mi esposo  Juan Antonio Giannini junto a mis hijos y hermanas.  Y vos salías por la otra puerta en libertad. “Así estamos” y así son las leyes…”, se quejó Alicia en su escrito que acercó a la redacción de La Vanguardia.