La campaña electoral ingresó en su etapa más intensa. El gran duelo, y el que definirá las chances de muchos, parece estar en el territorio bonaerense. Esa porción del electorado representa el 40 % del padrón del país y por ello resulta decisivo para las aspiraciones de las agrupaciones políticas en pugna de cara a las Primarias de agosto. Aunque jugó al misterio hasta el último minuto, no sorprendió que la fórmula del Frente Renovador en la provincia de Buenos Aires esté integrada por Felipe Solá y Daniel Arroyo.  Tras la confirmación, Massa se mostró conforme por las buenas expectativas que generó el anunció frente a los candidatos ya lanzados del Frente para la Victoria y el PRO. Daniel Arroyo –el compañero del ex gobernador- es experto en políticas sociales, politólogo con posgrado en FLACSO,  y fue viceministro de Desarrollo Social en los primeros años de Néstor Kirchner. En una entrevista con La Vanguardia, Arroyo dijo que “el objetivo de Sergio Massa es hacer campaña en el país, pero le va a poner una dedicación especial a la provincia de Buenos Aires. Creo que nuestra fórmula va a dar que hablar. Estoy convencido de que en política gana el que tiene razón, el que plantea los problemas de su época y propone una solución. En tanto, hay muy buenos referentes en cada distrito como en Balcarce donde apostamos fuertemente a Enrique Guillén que estamos seguros hará una muy buena elección”, destacó.

-¿Se puede decir –como sostiene el gobierno- que esta ha sido la década ganada?  -En materia social hubo vaivenes, y en el tema narcotráfico estamos en el peor momento histórico de la Argentina, diría que estamos perdiendo 10 a 0. En el tema social, si hablamos de pobreza, en el peor momento, en el 2001, estábamos en 57 por ciento de pobreza. Después bajó, después volvió a subir. Hubo vaivenes. Estamos hoy en el 27 por ciento de pobreza, según la medición del Observatorio de la Deuda Social de la UCA. Empeoró en los últimos cuatro años por la inflación, por la caída del empleo y hay mucha gente que está sobrendeudada. Hay 34 por ciento de trabajo informal, uno de cada tres de los trabajadores tiene trabajo precario, y un millón de jóvenes no estudia ni trabaja. Si uno mira la foto larga, estamos mejor, pero si miramos la foto corta, estamos peor. En los últimos cuatro años, las cosas claramente empeoraron.

-¿Empeoraron de qué manera?- Básicamente en lo alimenticio y nutricional. Argentina tiene dos problemas en lo alimenticio: uno es la mala calidad nutricional, hay mucha cobertura pero por la inflación o los bajos presupuestos los alimentos no son de buena calidad, y otro es que el desafío de acompañar a las casas de pobreza extrema no está cubierto. En este aspecto es necesario cambiar la lógica actual del Estado, deben ir a acompañar a las casas y comunidades más vulnerables. El modelo actual en general es de asistencia, de proveer alimentos o de dar tickets para que la gente los compre. Pero eso sirve para algunos y no es que no lleguen los bolsones, es que hay sectores en extrema pobreza y falta una red de tutores sociales.

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