Entender la dinámica de la política es también parte de la subsistencia. Gabriel Petruccelli fue director del Hospital –en medio de la crisis de 2001- cumpliendo una buena gestión, presidió el PJ, fue concejal y presidente del Concejo Deliberante y era número puesto tras un triunfo histórico en 2009. Todos descontaban que su llegada a la intendencia era cuestión de tiempo, pero las turbulencias que desembocaron en un escenario inesperado para propios y extraños lo relegaron en esa idea de conducir los destinos de la ciudad. Sin embargo, Petruccelli dice que no está dispuesto a abandonar ese sueño, pero que “no es el momento” de ir por él. El actual presidente del bloque del Frente Renovador sabe que los desafíos permanentes son tan importantes como identificar el destino hacia donde se quiere caminar. Por el momento, por cuestiones personales y políticas, el anhelo de ser jefe comunal es parte de un desafío impostergable, pero que deberá germinar al calor de otras motivaciones, bastante más alejadas de las que ofrece el escenario actual. “No renuncio, digo que no es el momento ni están dadas las condiciones”, repite en el comienzo de la entrevista con La Vanguardia. 

-¿Por qué decidió no ser candidato en estas elecciones?                                          -En primer lugar hay cuestiones personales que tienen que ver con autocríticas y errores políticos que uno pudo haber cometido, pero también la falta de apoyo de dirigentes seccionales que no han pisado más Balcarce desde la elección del 2013  y ahí es cuando yo hablo precisamente de que si hay dirigentes que no entienden la problemática local mal pueden mañana, si les toca gobernar, ayudar a resolver cuestiones puntuales. Un ejemplo, todos los políticos, o la mayoría de ellos, van a Protección a la Infancia. Cuando vienen recogen todas las inquietudes, se llevan todos los problemas, los valores de las becas, y después nunca más, ni un subsidio ni nada. Nunca lo hemos podido resolver más allá de alguna publicación o petitorio de autoridades provinciales y me refiero a legisladores sobre temas puntuales como por ejemplo lograr que aumenten las becas. Entonces hay ciertas cuestiones que tienen que ver con lo personal, cierto momento político que se vive donde yo creo que es causa y consecuencia de la dirigencia en general no de la política donde hay mucha más violencia en todos los ámbitos, mucho menos tolerancia, mucha menos armonía, mucho menos vocación de convocar a una convivencia más pacífica, mucho menos diálogo constructivo. En síntesis, veo un panorama para el cual en lo personal siento que no estoy preparado.

-Y ahora que tomó esta decisión ¿qué piensa?
-Nunca pensé en ganar una elección, siempre pensé en gobernar y es un sueño que no voy a abandonar, es irrenunciable. Pero no voy a pensar en la cortita, en la chiquita de ganar una elección porque después muchos se han preguntado, ese mismo día, ¿Y ahora qué? Entonces, yo no quiero preguntarme ahora qué, yo quiero saber qué es lo que voy a hacer con mucha determinación. Después del orden político en general, nacional y provincial no me he sentido representado por sectores del peronismo en general con ideas claras si bien debo reconocer  que en cuanto a propuestas de gobernabilidad quien más ha acercado volumen y caudal de propuestas ha sido Sergio Massa con su equipo. Me parece que tiene buenos equipos en algunas áreas, como por ejemplo la económica y el área social con quien es ahora precandidato a vicegobernador, Daniel Arroyo, que es conocedor del tema. También destaco a Martín Redrado y a Roberto Lavagna a quienes traje a Balcarce y quienes me parecen excelentes dirigentes.

-¿Qué pesó más en su decisión de no ser candidato en esta elección?
-Son varios los motivos. Pero lo personal tiene un peso importante porque para mí la política es una vocación y no puede nunca estar por encima de mi familia y de las cosas que considero verdaderamente importantes. A diferencia de otros, a mí nadie me tira de las narices, no voy a donde me digan los dirigentes, yo voy donde sienta que tengo que ir en representación de la gente. Las cosas que encaro son aquellas en las que creo y las que sienta pueden significar un aporte para la ciudad.

-¿Cuando dice que no se sintió representado por algunos dirigentes provinciales tiene que ver con la falta de apoyo?
-Total, y absolutamente. Falta de apoyo y compromiso pero no un apoyo a mi persona, un apoyo a la ciudad. Insisto, esto no le pasa solamente a Petruccelli, por favor, todos los partidos políticos con representación o sin representación en el Concejo Deliberante están en la misma. Díganme ustedes los logros y lo que se ha conseguido para Balcarce. ¿Qué han conseguido diputados y senadores que han venido a Balcarce? Cuando a un dirigente político se le complica darte dos banderas de ceremonia para una escuela es porque estamos en el horno. 

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