Para guardar el acceso directo en el escritorio de su celular, pulse y haga clic en AGREGAR A INICIO

Información Premium Registrate

¿Olvidaste tu contraseña?

Viernes, 26 de Abril de 2024 | 929 Usuarios únicos

Sociedad

Exclusivo: Tras la muerte de su hijo denuncia a una empresa por discriminación
29-03-2015 Es un ex empleado de Mc Cain que se quitó la vida cuando lo despidieron. El abogado dijo que la compañía “nunca respondió”. El duro testimonio de la mamá que denunció “abandono de persona”. El caso podría llegar a la OIT. Foto: La Vanguardia.

Martín González Videla tenía apenas 25 años cuando tomó una decisión drástica y sin retorno. Empezaba a vivir cuando decidió quitarse la vida después de haber sido despedido de la empresa Mc Cain para la cual trabajaba desde 2007. Yolanda, la mamá del joven, tiene la certeza que esa circunstancia en la vida de su hijo terminó siendo fatal. Por eso el abogado de la familia el doctor Eduardo Chaves demandó a la multinacional por discriminación y daño moral, dando inicio a una causa que ahora se tramita en la justicia y que puede llegar a organismos internacionales. En una entrevista exclusiva con La Vanguardia, el profesional que representa a la familia dio precisiones de la causa. “Martín ingresó a la planta el 27 de diciembre del 2007, lo hace bajo la categoría de operario  hasta el 17 de marzo de 2008. A partir de ese momento la empresa lo contrata y comienza con jornadas de 8 horas. En el año 2009, como consecuencia de la intensa actividad, empieza a sentirse mal con fuertes dolores de cabeza, cansancio y desgano. Lo atiende el médico de la empresa y le receta Rivotril.  El 7 de enero del 2010 se le da la primera licencia por enfermedad y se alternan más licencias hasta el 18 de febrero, donde padece de cuadros o brotes psicóticos. A todo esto la empleadora Mc Cain-  nunca le informó a la ART  la patología que sufría y eso para nosotros constituye una primera irregularidad. Martín comenzó a sufrir trastornos psiquiátricos y la madre preocupada pidió asistencia profesional y ordenan la internación en el Hospital General de Agudos en el Servicio de Salud Mental. Está allí un mes y 17 días, mientras  legalmente la empresa le reserva el puesto hasta que retornó, pero volvió a tener problemas por una recaída. El diagnóstico dice paciente que sufre de psicosis crónica, y se ordena un tratamiento, aunque se aclara que es un paciente estable. Hay un tercer diagnóstico emitido el 10 de mayo del 2011, que menciona que el paciente evaluado está “tranquilo sin síntomas psicóticos y cumple el plan farmacológico y concurre a los controles médicos programados”. Se indica por parte de los médicos  reiniciar las tareas laborales pero con una carga horaria reducida, de 4 horas. ¿Qué hace la empresa? Lo mantiene con la carga horaria de 8 horas, con las mismas tareas que venía realizando y hasta le llegan a extender la jornada laboral”, explicó el doctor Eduardo Chaves. Respecto de la intervención de los directivos de la empresa, mencionó el abogado que en determinado momento apareció  el encargado de Recursos Humanos quien verbalmente le dice a Martín que está despedido. “Luego la empresa le manda una carta documento donde le informan que le estaban buscando tareas acordes. Después es reincorporado con una carga horaria de 9 horas y aquí aparecen los actos de hostigamiento y malos tratos incluso de sus supervisores. Esto agudizó su condición patológica a tal punto de sumirlo en profundo estado depresivo. Estas situaciones continúan de manera sistemática hasta que la empresa dispone unilateralmente el despido de Martín el 3 de agosto de 2011 “ante la imposibilidad de otorgarle tareas adecuadas”, reconociendo la menor capacidad laborativa, y aquí viene la discriminación ya que estando con prescripción médica se lo trató igual que a un operario en condiciones normales”, sostuvo.

La primera audiencia. Tras el despido, el Ministerio de Trabajo convocó a las partes en conflicto. A esa audiencia concurrió Martín, acompañado de Walter Villarreal, delegado de los trabajadores y la empresa Mc Cain no asistió según consta en las actas que también fueron incorporadas a la causa. “Después en el terreno judicial se inicia la demanda por despido, la empresa ve que la causa se activa y ellos depositan un dinero en el Juzgado N° 3. A los pocos días Martín se suicidó y en ese momento presentamos una contra demanda por discriminación y daño moral ya que se quita la vida producto de la depresión que le generó el hecho de quedarse sin trabajo y sin ningún tipo de asistencia”, se explayó el abogado.

“No tengo dudas, hubo abandono de persona”.  Yolanda Baudo es la mamá de Martín. En una entrevista con La Vanguardia, aseguró que a su hijo lo abandonaron y dijo que la empresa “nunca respondió” cuando ella pidió ayuda. Asimismo mencionó que su hijo no tenía un problema de adicción a las drogas y que era tratado por un cuadro de esquizofrenia. “Hago pública esta historia para limpiar la memoria de mi hijo. Él no se suicidó por el tema de las drogas. Después de que lo despidieron, se deprimió y se agudizó su cuadro psicótico que comenzó –y esto lo quiero dejar bien en claro- cuando llevaba dos años trabajando en Mc Cain. No tengo dudas que mi hijo se enfermó ahí, pero no tengo resentimiento con nadie ni busco dinero porque hay cosas que no tienen solución. Me molestó el hecho de que los directivos de la empresa nos dieron la espalda y que nadie prestó atención a la situación de Martín”, sostuvo.  Contó la mujer que en un determinado momento llegó a presentar en la empresa los certificados y los informes médicos para que la ayuden. “Me contestaron que no podían hacer nada porque Martín no tenía una familia a cargo y hacía poco tiempo que estaba trabajando en la empresa”. Y agregó: “Vimos a una psiquiatra en Mar del Plata y ordenó que le den a Martín tareas mínimas en algún lugar de la empresa. Mc Cain lo reincorporó pero le impuso un horario de oficina para hacer nada. No le daban ninguna tarea y sólo lo hacían cumplir horario. Eso fue peor porque sentía que era incapaz de hacer algo y se sentía marginado. Toda esa situación profundizó su cuadro y fue cayendo en una depresión que terminó de acentuarse cuando lo despiden. Mi hijo necesitaba ese trabajo, él se sentía útil pero nadie lo ayudó. Después del despido, se quedó sin sueldo, sin obra social, y sin asistencia profesional. Por eso no tengo dudas, hubo abandono de persona”, señaló Yolanda.

La nota completa en la edición impresa.

Más Noticias
ver historial de noticias
Publicidad
Publicidad

Contactanos

Crear Cuenta

Tengo Cuenta

Ingresar a Cuenta

Recuperar Clave

Generar Clave Nueva

Ingrese y confirme nueva clave