La instalación de un criadero intensivo de pollos en la zona de calle 62 y 31 encendió la alarma a los vecinos de la zona. En verdad, el predio recién comenzó a ser remodelado y por el momento sólo se ve obreros trabajando en las paredes y el techo de las galerías donde antiguamente había un emprendimiento similar al que se piensa recrear ahora, según la información que tienen los propios habitantes del lugar. Desde el predio se ve a pocas cuadras el cerro El Triunfo y se pueden observar varios de los barrios que han sido construidos recientemente. Juan Colarusso es uno de los vecinos del lugar y quien accedió a hablar con La Vanguardia. “Estamos en la periferia de la ciudad, pero no en la zona rural. Hay leyes que regulan los sistemas intensivos y concentrados de producción animal por lo que creemos que esto no puede habilitarse en este sector”, sostuvo. En cuanto a los establecimientos avícolas, funcionan desde hace muchos años y han quedado dentro del centro poblado y es el municipio quien ejerce el control de estos establecimientos. La ley habla de la regulación de los establecimientos ya existentes, y de nuevas habilitaciones expresamente apuntadas en el plan de zonificación del distrito. La Secretaría de Ambiente de la Provincia como agente de contralor único es quién debe arbitrar y reglamentar el correcto funcionamiento de esta actividad y son quienes los habilitan para su funcionamiento. En este sentido, Colarusso mencionó que “hace siete años había una empresa que tenía un criadero, después se fundió y esto quedó abandonado. Ahora viene gente de Buenos Aires que van a poner 5 mil gallinas para pasar a 40 mil gallinas en la última etapa. Sé que hay una ley que dice que este tipo de emprendimiento tiene que funcionar a 10 kilómetros del centro de la plaza Libertad. No queremos volver a pasar lo que ya vivimos. En aquel momento, las moscas, las ratas y el olor eran insoportables. No queremos hacer justicia de los vecinos contra los vecinos. Mi sentido común dice que acá hay que hacer algo para anticipar un problema que va a afectar a chicos y grandes del barrio. Estamos a siete cuadras del cerro El Triunfo y esto va a ser una verdadera problemática. Lo que pretendemos con los vecinos es que las autoridades expliquen qué pasa con este emprendimiento y que los concejales –que para eso les pagan- se pongan las pilas y empiecen a trabajar para darnos respuestas. Este tipo de situaciones las estamos anticipando para evitar un mal mayor. No podemos dejar que todo se haga mal. Las cosas hay que hacerlas bien, y las autoridades tienen que dar respuesta inmediata a este tipo de inquietudes. No vaya a ser cosa que nadie diga nada y mañana nos encontremos con un criadero con 50 mil gallinas funcionando y nos vengan con el cuento que está habilitado y que no se puede hacer nada. Acá hay muchas familias, barrios nuevos que se han construido y tantos otros vecinos que eligen vivir en este lugar más alejado buscando tranquilidad”, expresó Colarusso.

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