“El 10 de diciembre me imagino asumiendo la presidencia de la Nación”. Así, con esa contundencia, contestó el ministro de Defensa de la Nación y precandidato presidencial del Frente para la Victoria, el ingeniero Agustín Rossi, cuando La Vanguardia le preguntó cómo se imaginaba ese día. Antes, un colaborador suyo le acercó un papel en el que le comunicaba que Capitanich y Manzur ya no eran parte del Gobierno, frunció el ceño, respiró hondo y siguió hablando como si nada. “La Argentina ha tenido un crecimiento exponencial en la última década y se ha transformado en la matriz productiva del país”, sostuvo en defensa del modelo. Rossi desempeña por primera vez un rol ejecutivo desde su desembarco en la política. En un reportaje exclusivo, defendió la gestión de Néstor y Cristina,  cargó contra las corporaciones, y contó parte de sus planes 2015 para la cartera que le confió Cristina Fernández de Kirchner a quien define como “la única conductora” del espacio político al que pertenece. “Cristina seguirá siendo la jefa”, exclamó. Rossi insiste en definirse como un funcionario militante, destaca la “idea de la construcción colectiva” que comparten los dirigentes y funcionarios kirchneristas y afines al gobierno. 

-¿Cómo tomó el desplazamiento de Capitanich y la asunción de Aníbal Fernández como jefe de Gabinete?-Me parece que es un cambio que realiza la Presidenta motivado por diferentes circunstancias, para tratar de  mejorar la performance que se puede llevar adelante con el gobierno. No  hay que hacer alguna valoración secundaria, Capitanich ha sido un excelente jefe de Gabinete, todos sabíamos que tenía responsabilidades institucionales en la provincia del Chaco, pidió licencia como gobernador, y ha cumplido su función. Aníbal –por Fernández- estaba como secretario general, ya había sido jefe de Gabinete anteriormente, y Gollán era hasta hoy subsecretario de Salud, es decir el segundo de Manzur. Son cambios naturales en un gobierno que está en la última etapa y donde hay responsabilidades en cada uno de los distritos de los distintos funcionarios, Capitanich en el Chaco y Manzur en Tucumán. Eso es lo que me parece.

-Claro pero Capitanich tenía un protagonismo destacado dentro del gobierno, era una pieza clave, de hecho fijaba la postura del oficialismo todos los días -Sí, es verdad. Pero Aníbal también lo viene haciendo y lo seguirá haciendo sin ningún tipo de inconvenientes. Vuelvo a decir, no me parece que sea ninguna situación que tenga o merezca una lectura secundaria. Nosotros somos parte de un proyecto colectivo, a veces cuando uno es parte de un proyecto colectivo le cuesta menos explicar una cantidad de circunstancias que van sucediendo. Hay momentos en que uno está en un determinado lugar porque la presidenta, que es quien conduce este proyecto colectivo, entiende que es el mejor lugar y hay momentos en que las circunstancias van para otro lugar. No me pregunté demasiado por qué la presidenta decidió  que deje de ser presidente del bloque de diputados para ser ministro de Defensa, entendí que esa era su mirada, que eso era lo mejor que ella tenía, supongo que con el resto de los compañeros pasa exactamente lo mismo. Capitanich ha  hecho un excelente trabajo, asumió la jefatura de Gabinete durante todos estos años y ha sido un excelente funcionario. Durante este año y medio que ha sido jefe de Gabinete, ha hecho una excelente gestión con un enorme compromiso con nuestro proyecto y ahora vuelve a su provincia donde sigue siendo el gobernador, una provincia que tiene elecciones en mayo o junio, así que seguramente se pondrá al frente del proceso electoral.

-Hay otra noticia que tiene un importante peso específico y es la decisión del Juez Rafecas de rechazar la denuncia que eventualmente había presentado el fiscal Nisman ¿Qué opina? -Me alegro que Rafecas haya actuado conforme a derecho, yo siento que Pollicita actuó condicionado, Pollicita actuó con la marcha de los fiscales en el medio, con toda una presión con lo que políticamente correcto tenía que hacer y era sostener la denuncia de Nisman, si bien la atenuó, se acuerda que Nisman quería la indagatoria de la Presidenta y precisó algunos de los aspectos puntales en una denuncia que no tiene sustentabilidad. Usted fíjese que no hubo un penalista de nota, penalista de prestigio, un jurista de prestigio que haya sostenido esas denuncias que había dejado presentada Nisman. Era una denuncia que conformaba o configuraba algunos de los delitos previstos dentro del Código Penal Argentino, imputando a la Presidenta, al canciller, y a otros funcionarios de algo gravísimo. Así que la verdad que celebro que haya un juez en Argentina que actúe conforme a derecho, no presionado por las circunstancias ni por los condicionamientos que existen desde el mundo político, desde el poder mediático y desde una cantidad de circunstancias.

La entrevista exclusiva completa en la edición impresa.