La vida, en ocasiones, suele cambiar en cuestión de minutos. Karina Andrea Picabea (31) es docente del Jardín N° 901 y el 18 de junio recibió una noticia que la llenó de alegría. Con un atraso de varios días, Karina sufrió una hemorragia y concurrió al médico. Era la tarde del 18 de junio cuando le dijeron que estaba embarazada. Enseguida le comunicó la noticia a Carlos Zubiría (31), su esposo, y luego estuvo dos semanas en reposo. En la segunda consulta le hicieron una ecografía pero no encontraban el bebé. “Me dijo el médico “vamos a esperar porque por ahí es muy chiquito y no se ve. Hace vida normal”. Yo me estaba cuidando y no podía creer que estaba embarazada. Hice una consulta en Mar del Plata con el médico obstetra Andrés Pérez Staracci y tras analizar los estudios me dijo que con esos valores el feto tenía que verse. Ahí me empecé a preocupar. Me hizo una ecografía
y no vio nada hasta que me dice que tenía un embarazo fuera de lugar y que tenía que operarme”, sostuvo. A esa altura –cuenta Karina- no entendía nada. “Me internan de urgencia y me operan. No encuentran nada, solo un quiste al lado del ovario. Quedo internada en la Clínica de la Madre y el Niño, me hicieron tomografía de pelvis, tórax y abdomen y tampoco encontraron nada, estaba todo perfecto, además yo no tenía síntomas de nada. Fue en ese preciso momento que recordé que cuando empezó todo esto me había salido un bultito en la cabeza. Después de 10 días,  me dan el alta y me piden hacerme la tomografía y resonancia. Ahí ven un bulto en el lado derecho de la cabeza, arriba del lóbulo derecho, era un tumor de 4 por 2,4 cm. Nos quedamos helados. Todavía al día de hoy no tenemos una explicación para esto”, resumió Karina mientras conversa con La Vanguardia.  Al poco tiempo, Karina fue derivada con el neurocirujano Roberto Aldinio quien decidió operarla. “El tumor estaba entre el hueso y la lámina de la piel. La primera cirugía fue el 12 de agosto. Se mandó a analizar y tardó un mes el resultado. En ese tiempo, estaba feliz, se terminó pensé. Empecé a andar descompuesta. Lo fuimos a ver al doctor Vásquez Vismara, le dejamos los estudios y al otro día me llamó muy temprano y nos dijo que “la resonancia dio mal, hay que volver a operar”. Viajamos a Mar del Plata y el cirujano cuando vio las placas no lo podía creer. Habían pasado 45 días y en ese tiempo se volvió a generar un tumor de 4 cm por casi 3 cm. El sábado 27 de setiembre me operaron nuevamente y  se extrajo el tumor.  Se me hizo un coágulo y me operaron de nuevo al otro día y me sacaron la prótesis que tenía. El médico nos dijo que el tumor que tengo a pesar de ser malo es curable. Ya tuve el primer ciclo de quimio, me sentí bien y la próxima semana arranco con el segundo ciclo y radio terapia si todo va bien.  Hoy me siento bien, es algo que me tocó a mí pero voy a salir adelante. Dios está a mi lado”, se esperanzó Karina en medio de un testimonio conmovedor.

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