La sensación no puede ser peor y más devastadora. Su hija estuvo al borde de la muerte y sufrió uno de los hechos más brutales contra la dignidad de las personas. Fue secuestrada, abusada sexualmente y la abandonaron en un pastizal en inmediaciones de la Escuela N° 8. Su mamá, prefirió no mostrar su rostro, para preservar la identidad y básicamente la intimidad de su hija de sólo 14 años. Según relató la mujer en una entrevista exclusiva con el diario La Vanguardia,  su hija fue secuestrada por cuatro personas que la abordaron cerca de las 20 en la esquina de 15 y 2 cuando caminaba rumbo al Club Ferroviarios donde se desarrollaba un evento religioso. La obligaron a subir a un auto, le pusieron un trapo con un líquido en la cara y la durmieron. Luego abusaron sexualmente de ella y tres horas después la abandonaron en la banquina de un camino de tierra que es la continuación de la avenida Eva Perón. Cuando despertó, se encontró con uno de los delincuentes con los pantalones bajos y a punto de volver a abusar de ella. En ese momento, le aplicó un golpe en los genitales y como pudo escapó del lugar para pedir auxilio.  Su mamá está shockeada y no puede con tanta tristeza. “Quiero que esto se sepa porque se están diciendo muchas mentiras por eso acepté hablar. Toda esta historia comenzó el sábado. Mi hija salió a las cuatro de la tarde, fue hasta el centro a pagar unas zapatillas y media hora después ya estaba acá, en mi casa. Cuando llegó me dijo que en la calle 6 había una cola terrible de gente porque venía un pastor milagroso. Ella dijo que iba a llevar una foto mía para que me cure. Yo le dije que no fuera, que me parecía que ya era tarde, pero ella insistió”, sostuvo. Asimismo explicó que su hija fue abordada por un auto que frena de golpe, con su propia capucha la toman desde atrás y la meten adentro del vehículo. Ella se dio cuenta que tenía a dos tipos a los costados y cree que son conocidos porque escuchó a uno que dijo “no le hagas tal cosa porque es la hija de fulano de tal”. Nosotros pensamos que esto puede ser una venganza, sobre todo porque creemos que ellos evidentemente la conocían. La nena cree que era un auto nuevo por lo poco que recuerda.  Forcejearon con ella, la subieron al auto y a los 5 minutos le pusieron un trapo en la boca con alguna sustancia y perdió el conocimiento”. La mamá de la nena abusada contó además que en todo momento pensó que su hija estaba en el evento y que por eso demoró la búsqueda. “Yo pensé en todo momento que estaba en la Iglesia, pero jamás me imaginé que estaba en otro lado, aunque  sentía que algo pasaba, entonces salí a buscarla. Llamé a algunos familiares a ver si aparecía, fui a la Iglesia –en verdad al Club Ferroviarios-, esperé hasta que salieran todos, uno por uno los asistentes, y nunca estuvo ahí. Fui a recorrer el centro, no la encontré, pasé por la casa de algunos familiares, de sus amigas y no estaba, nadie sabía nada. En ese momento me desesperé. Ya era de noche y ella no aparecía”, enfatizó.

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