Se dice con repetida insistencia que la seguridad es una prioridad. El gobierno del doctor José Enrique Echeverría cuenta con un presupuesto para la seguridad del distrito –aprobado por el Concejo Deliberante- del orden de los 6.645.000  pesos, más aportes que eventualmente puede recibir de la Provincia y la Nación. Desde esa perspectiva es preocupante que habiendo recursos disponibles para las fuerzas de seguridad, en la comisaría no puedan recibir las órdenes que dicta la Departamental o los juzgados en turno porque el fax no funciona o peor aún, no poder imprimirlos por la falta de cartuchos en las impresoras (cartuchos que en varias ocasiones pagan los propios agentes). En el caso de las órdenes judiciales suelen retirarlas del Destacamento Vial de la ruta 226 –donde el fax sí funciona- o bien dan el número de un locutorio cercano a la comisaría a donde llegan las directivas. La escases es tan grande que hasta suele faltar en la Estación de Policía elementos de limpieza, hojas y son los efectivos de la policía los que deben abonar las fotocopias que deben realizar en un kiosco cercano a la comisaría ya que la Policía carece también de este elemento que, para la tarea administrativa de la fuerza, sería de suma ayuda y aportaría dinamismo en los trámites.  Pero los indicadores negativos no terminan allí. Pese a que se anunció la incorporación de nuevos patrulleros –cuestión que es real- muchos de los móviles no funcionan las 24 horas producto de que falta combustible, o por lo menos -relatan las fuentes- no existe el necesario para lograr una operatividad permanente y del ciento por ciento. Paralelamente hay móviles que han tenido desperfectos mecánicos y que quedaron literalmente abandonados en el predio que ocupa una oficina de la Patrulla Rural. “Se pidieron los presupuestos pero no hay plata”, confió una fuente del Ejecutivo Municipal. A toda esta situación se suma que no existe un buen vínculo entre el gobierno y la cúpula policial más allá de lo que se intenta demostrar cada vez que se debe exponer sobre la seguridad públicamente. Pero los problemas económicos y presupuestarios van más allá y una muestra de ello es la sinceridad con la que la secretaria de Hacienda Isabel Mazzuca contó que reiteradamente deben hacer frente y cubrir parte de los fondos que deberían llegar de la Provincia para la Comunal ya que hay retrasos que, sino fuera de otra manera, pondrían a la principal fuerza de seguridad en una especie de defalut técnico. Así las cosas, el intendente Echeverría tiene un verdadero desafío por delante. Primero recomponer la estructura y el tejido interno de la fuerza y después desarrollar un plan que sea más efectivo que el actual para combatir el delito.

La nota completa en la edición impresa.