En ocasiones las vidas de las personas suelen dar un giro de 180 grados. Algo de esto le sucedió a Walter Gastón Denis (28) cuando un accidente laboral lo dejó al borde de perder un brazo. Todo sucedió en el mediodía del lunes 30 de marzo cuando Walter se encontraba trabajando en un galpón en la ruta nacional 226, a la altura del kilómetro 63, antes de llegar a la loma de Crespi, camino a Mar del Plata. Eran casi las 13 cuando supervisaba el funcionamiento de una cinta transportadora como lo hacía todos los días desde hace más de un año y medio. “Estaba trabajando como siempre, aunque quizás me confié o me distraje, vi que la cinta se había corrido y la quise acomodar. La cinta de papa me enganchó el guante y me llevó la mano hacia adentro y no paraba. Empecé a gritar y mis compañeros de trabajo rápidamente apagaron la máquina. El brazo me había  quedado apretado desde la mano casi hasta el codo. Al rato, o a los pocos minutos, vino la ambulancia y con la ayuda de los enfermeros y compañeros me sacaron y me llevaron al Hospital”, contó Walter mientras conversa en su casa con La Vanguardia a veinte días del accidente. “Cuando llegamos a la guardia del Hospital escuché que los enfermeros decían que era probable una amputación por las heridas que había sufrido.  Yo me miré el brazo y la verdad que lo tenía destrozado. En ese momento tuve un ataque de nervios y sólo quería que hicieran lo que me tenían que hacer pero que no me amputaron el brazo”, relató Walter sobre aquella primera sensación pos accidente. “Lo único que me parecía raro era que cuando me tocaban yo sentía, era como que tenía pulso. Recuerdo que el doctor Méndez Novoa (hijo) me dijo que había que operar y que él iba a hacer lo imposible para que no perdiera el brazo. A las 17 de ese mismo día –cuatro horas después del accidente- entré a quirófano y fue una operación de más de 3 horas y media. Cuando me desperté, -dijo Walter-  lo único que quería era ver el brazo. Cuando se me fue la anestesia me dolía todo. Me dijo el médico que la única vena que llevaba sangre por todo el  brazo no se había roto, tuve suerte y gracias a eso no me amputaron el brazo. Estuve internado hasta el jueves y nos trasladaron a la Clínica 25 de Mayo, en Mar del Plata. Estuve una semana con calmantes, antibióticos y curaciones y luego me vine a mi casa. El próximo lunes 21 de abril, en la Clínica 25 de Mayo, me operan nuevamente para ir reconstruyendo el hueso, los tendones, y me hacen la prótesis para cubrirme”, indicó Walter. Los vecinos del barrio se solidarizaron con él y armaron una colecta a través de un bono. “Estoy bien y agradezco el apoyo de todos”.

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