Estadísticamente, los conflictos sociales y los hechos de violencia suelen aumentar durante los fines de semana. Los excesos en el tránsito y las transgresiones a las leyes vigentes también encuentran amparo en la oscuridad de la noche que, en ocasiones, son el primer paso hacia madrugadas que terminan siendo violentas y descontroladas. Si bien los hechos no se repiten de manera sistemática, hay episodios que se alternan con la suficiente repetición para advertir a las autoridades que se está ante un problema que requiere de una fuerte decisión política en torno a lo que establecen los controles y los operativos, siempre buenos instrumentos para desactivar situaciones conflictivas o de violencia. Desde ese criterio de usar a la prevención como antídoto para este tipo de actitudes que alteran el orden público, el intendente Echeverría sumó a su gabinete al comisario retirado César Pardo. Si bien no se está en un pico de conflictividad social, aunque alguna escaramuza siempre hay, pero lejos de los enfrentamientos históricos que en años anteriores terminaban con heridos, alguna vidriera rota e intervención policial, el Ejecutivo avanza con la premisa de multiplicar los controles en la noche para mantener a raya a los violentos. Desde el gobierno admiten que los niveles de conflictividad se redujeron y relacionan este escenario más auspicioso con la reciente puesta en vigor de una normativa que, sumado a controles periódicos, derivó en un horario acotado de la actividad nocturna. A un mes de haber asumido como director de Tránsito y Nocturnidad, Pardo habló con La Vanguardia e hizo un balance de la situación actual, además de anticipar las características de los controles que vienen. Pardo tiene 33 años de antigüedad en la policía de la provincia de Buenos Aires –se retiró en 2013-, aunque es la primera ocasión en la que incursiona en la función pública.
“Por ahora en lo que se está trabajando con más fuerza es en el tránsito; primero se ordenó la parte interna, en la faz administrativa hasta el aleccionamiento del personal, preparando bien a la gente para poder luego exigir mayor prestación en los operativos. La idea es sumar profesionalismo, tratando de cometer la menor cantidad de errores posibles, y para eso estamos trabajando en la calle. Es importante el trato con el público, la transmisión de la concientización al conductor y la presencia de nuestros inspectores en la vía pública”, sostuvo el funcionario y agregó que “aparejado con esto tenemos distintos operativos que se llevan adelante en la planta urbana, que los definimos como “semidinámicos”, lo cual trae una mejor y más óptima operatividad. En este primer mes de gestión el balance ha sido satisfactorio porque se han aplicado infracciones y realizado controles de manera periódica, pero en realidad el objetivo era y es tener un mayor contacto con la población, lograr  una mejor imagen por sobre todas las cosas y hoy eso se ha logrado y el personal está trabajando con un mejor desenvolvimiento.

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