Observando con mucha responsabilidad un protocolo oportunamente aprobado por las autoridades municipales, la escuela de tenis de mesa que funciona en instalaciones del Club Amigos Unidos, ha reiniciado su actividad, con una muy auspiciosa respuesta de parte de los jugadores.

La tarea, monitoreada estrictamente por el responsable de la misma, el entrenador Fabián Bianchini, los tenismesistas “Tricolores” desarrollan una exigente rutina una vez por semana, en clases de dos horas de duración. En las mismas se persigue el objetivo de recuperar el “trainning” de juego, haciendo especial hincapié en cuestiones físicas y técnicas.

“Por fortuna pudimos reanudar la actividad. Los chicos y también los padres nos habían pedido comenzar a entrenar, porque extrañaban “el sonido de la pelotita” (se ríe). Por ese motivo elaboramos un protocolo y lo elevamos. Cuando tuvimos una respuesta positiva, nos abocamos a organizar las clases. Siempre respetando estrictamente las cuestiones sanitarias. Podríamos decir que es una especie de prueba piloto, que puede ir sumando días y horarios en la medida que no aparezcan contratiempos derivados de la pandemia”, le contó a LA VANGUARDIA el propio entrenador, en una nota exclusiva.

Si bien por el momento es casi imposible hablar de fechas para el retorno de la etapa competitiva, Bianchini (cumplirá 49 años el venidero 1 de setiembre) ratificó que por este 2020 no habrá campeonato de la liga por equipos FEBATEM; aunque se mostró entusiasmado por la posibilidad que en el mes de octubre pueda desarrollarse algún torneo de nivel zonal en nuestro medio.

Una dura rutina

Al referirse a la rutina que desarrollan los jugadores que participan de estas primeras experiencias, el responsable de la escuela “Tricolor” indicó: “Antes de arrancar, hicimos un sondeo entre los jugadores para saber quiénes estaban en condiciones de empezar. Fue así que logramos reunir a 10 chicos, de distintas categorías. Hicimos especial hincapié en esa cantidad, porque trabajamos en cinco mesas, con 2 jugadores en cada una. De esa manera se puede respetar el distanciamiento social, sin problemas. Además, el gimnasio en el cual trabajamos es muy amplio y eso también nos asegura no vulnerar esa cuestión”.

Agregó que: “en principio esta prueba piloto es sólo para los días miércoles, de 16 a 18 horas; con estricto cuidado en el respeto del protocolo. Cada jugador tiene sus propias pelotitas, que guardamos por separado; su botellita para hidratación; la ropa se guarda por separado. En fin, pretendemos que los chicos y sus padres se sientan seguros”.

Respecto de la tarea que se desarrollan en esos 120 minutos, Bianchini apuntó que “la idea principal es comenzar a recuperar la parte física y motriz de los jugadores. Si bien muchos de ellos habían participado en las clases por zoom que habíamos efectuado oportunamente; no es lo mismo que el juego real. El parate perjudicó el “trainning” de juego que traían. Fundamentalmente la coordinación”. De todas maneras, destacó que, en esos contactos por zoom, los jugadores compartieron notas con jugadores y entrenadores de la selección, “lo cual les aportó interesantes vivencias, que pueden capitalizar en el futuro”.

“Para una segunda etapa trabajaremos más enfocados en las cuestiones técnicas; en lo que respecta a recuperar los parámetros de la mesa, para poder meter la bola en los lugares deseados. Todo ello se va a ir recuperando rápidamente en la medida que vayan metiendo horas de juego. Los chicos tienen muy buenas condiciones y ese “timming” se restablece con el tiempo”.

Seguidamente apuntó que “nuestra intención es ir agregando más días y horarios, para que muchos otros chicos puedan sumarse. Si bien para ello será necesario que no aparezca ninguna complicación en el actual panorama de la pandemia”.

Reconoció que “los chicos están entrenando con muchas ganas. Se nota que tenían muchas ansias de volver a jugar. Incluso a los mismos padres se los nota contentos; pues con la cuarentena los chicos estaban haciendo mucha vida muy sedentaria y pegados a las pantallas. Lentamente todo se va reencaminando (se ríe)”.

La cuestión deportiva

Con relación al retorno de la actividad competitiva, Bianchini señaló que “estamos en permanente contacto con la gente de la FEBATEM y también con los entrenadores de los clubes de toda la región. Obviamente, las realidades son disímiles. Tanto nosotros como Tandil tenemos una situación más ventajosa que en otros lugares”. “Como tengo a mi cargo la tarea de coordinar la liga por equipos, al cabo de esas charlas surgió la decisión que no habrá actividad para este campeonato en este 2020. Habrá que trabajar ya pensando en 2021”.

De todas maneras, deslizó la posibilidad de recuperar parte de la actividad en el mes de octubre. “En principio hablamos sobre la alternativa de comenzar a hacer algo para el mes de octubre. La idea es disputar zonales, con la participación de ciudades muy cercanas. Por ejemplo, nosotros jugaríamos con Necochea, Tandil y, eventualmente, Mar del Plata. Siempre y cuando la realidad de todos sea compatible. En un primer momento la gente de Olavarría se había mostrado muy interesada en este proyecto, pero para ellos lamentablemente en los últimos días su situación sufrió un cambio negativo, y por lo tanto es muy poco probable que puedan sumarse”.

Por último, el entrenador “Tricolor” dejó en claro que Balcarce sería una de las opciones para albergar algunos de esos zonales. “Nuestro presente es muy ventajoso y por eso son muchas las posibilidades que podamos ser sede de alguno de esos zonales. Además, contamos con las instalaciones acordes y podemos organizar todo sin complicaciones. Mi idea es tratar de traer siempre a Balcarce la mayor cantidad de torneos posibles. Es una interesante chance pensando en el cierre de este año. Aunque ahora estamos decididamente enfocados en recuperar la actividad local, procurando respetar fielmente el protocolo; para seguridad de todos”, sentenció.