Extendiendo la notable temporada que tuvo en 2019, el nadador balcarceño Luigi Farace volvió a ser gran protagonista en otra competencia de aguas abiertas. En este caso fue en la 37ª edición de la tradicional Rio-Mar, desarrollada en Necochea. 

Con récord de participantes –un total de 550- se disputó esta exigente prueba que tuvo como ganador al marplatense Ivo Cassini, en lo que fue su tercer año consecutivo en que se queda con esta prueba; mientras que por el lado de las damas fue la juninse Lucía Ferreri, quien dominó la competencia.

Con una bajante importante sobre el río Quequén, la largada fue desde el Necopesca de Avenida Jesuita Cardiel y 58 donde la deriva ayudó bastante a los nadadores para transitar la parte más extensa del recorrido de 10.000 metros en que contó la prueba, organizada por la Asociación de Guardavida de Necochea y Quequén.

En este tramo de 7 kilómetros sobre el Quequén y con una temperatura no muy elevada los 550 valientes que se atrevieron a la dura carrera de aguas abiertas fueron buscando un lugar lo más adelante posible en una auténtica marea humana que cubrió gran parte de las aguas del río y el mar.

Quien desde el mismo inicio marcó la diferencia fue el marplatense Ivo Cassini, el representante argentino en los últimos Panamericanos de Perú tomo rápida ventaja con un ritmo imposible de seguir para el resto de los 549 que venían detrás.

Para la altura del puente Dardo Rocha el de Mar del Plata ya se había aventajado por 400 o 500 metros por sobre el segundo donde la lucha por la plata y el bronce era más pareja. En el puerto ya, Cassini entraba al mar con una amplia diferencia que superaba los mil metros y parecía acelerar aún más su velocidad que imprimía con su larga humanidad de más del metro noventa, largos.

El tramo final por el Atlántico fue el más duro, para todos incluido Ivo, quien aunque no cedió ventaja ni dejó de ser el más rápido, el mar lo obligó a luchar y esforzarse más de la cuenta como el mismo reconoció, entendiendo que la gran marejada y el mar “picado” le dificultaron las cosas aunque a esta altura la distancia era insalvable para los demás y así fue que salió del agua 200 metros antes del balneario Terrazas, lugar de llegada. Transitó corriendo al trote para cruzar el arco de llegada ante la multitud de personas que se encontraban en el lugar entre aplausos y alientos donde lo esperaba el intendente  Arturo Rojas quien le colgó la medalla dorada en su cuello. Empleó en total 1 hora 41’.

 

FARACE SEGUNDO

Quien le secundó al marplatense fue el balcarceño Luigi Farace, juvenil que en la edición 2019 había alcanzado la misma ubicación. En este caso, el deportista local mejoró su marca anterior en más de 5 minutos, para establecer una crono de 1 hora 58’. El podio lo completó el necochense Francisco Medina, perteneciente a la categoría master.  

Entre las mujeres la situación fue más pareja, sin mucha distancia entre la ganadora y su escolta. La victoria quedó para la juninense Lucia Ferreri, de tan sólo 16 años, otra sorpresa, ya que si bien es la actual campeona juvenil en su categoría dentro del Campeonato Argentino de natación de aguas abiertas; en esta oportunidad superó a la ganadora del año pasado, la veterana y siempre vigente Noelia Petti. 

Lamentablemente la prueba quedó teñida de tristeza, pues se produjo la desaparición de un nadador. Según trascendidos sería Ezequiel Bermejo de 42/43 años de la localidad de Adrogué. Embarcaciones de Prefectura, helicóptero y dos aviones particulares que rastrillaron la zona buscando al infortunado competidor, sin resultado. También participó de la búsqueda la policía Bonaerense y los Guardavidas.