Regularidad y efectividad marcaron a fuego la campaña del balcarceño Matías Marino en la nueva edición del Campeonato Bonaerense de Speedway, que fiscalizó la Federación Bonaerense (FEBOM). Ello le permitió quedarse con el máximo galardón dentro de la competitiva categoría 50 c.c. libres, sumando el primar halago dentro de su carrera deportiva.
Su pasión por el motociclismo lo empujó a la aventura de la competencia allá por 2014. A partir de allí comenzó su crecimiento deportivo, que le permite disfrutar de este exitoso presente. "Es un momento inolvidable. El motociclismo es una pasión y le agradezco a Dios poder disfrutar de este título con mi familia y mis amigos. Costó mucho sacrificio. Hubo que hacer un gran esfuerzo económico, pero la satisfacción que tengo no la puedo explicar con palabras", le dijo a LA VANGUARDIA y a PASION 5 el flamante campeón, en una nota exclusiva.
Con dos victorias en su haber y otros cuatro podios, Marino (cumplió 20 años el pasado 3 de setiembre) llegó a la jornada final con una apreciable ventaja: 33 puntos sobre 40 posibles, respecto de su principal oponente, el tresarroyense Martín Hoyos. Un segundo puesto en la serie le aseguró anticipadamente ese máximo galardón en la ciudad de Carlos Casares.

                          RENDIMIENTO MUY PAREJO
La clave para esta consagración se dio a partir de un rendimiento muy parejo durante el año. La temporada arrancó en marzo de 2017 en Bellocq, donde el balcareño logró la segunda ubicación en su divisional. Luego en Carlos Casares repitió la performance. La siguiente jornada tuvo el mismo escenario e idéntico resultado. Ello le valió subirse a la punta del certamen.
En la cuarta fecha, otra vez en Casares, llegó la ansiada victoria. Un requisito indispensable para soñar con el título. El quinto capítulo entregó otro segundo lugar en este mismo escenario. Así cerró el año.
El arranque de 2018 no ofreció cambios: fue victoria en febrero en Bahía Blanca. Lamentablemente, por cuestiones económicas decidió no viajar a la séptima fecha que tuvo lugar en Colonia Barón (una localidad del departamento Quemú Quemú, ubicada al noreste de la provincia de La Pampa). De todas maneras mantuvo su condición de líder del torneo.
El último escalón fue otra vez en Carlos Casares y allí el balcarceño se ubicó segundo en su serie, asegurándose anticipadamente el título. "Como (Martín) Hoyos también fue segundo en su correspondiente manga, no tenía posibilidades de quitarme el título. Igual recién me lo confirmaron antes de largar la final. Y me pareció bien, para no llegar desconcentrado a esa última carrera".
Precisamente la intención de Marino era festejar ganando, pero no pudo ser. "La verdad es que quería que fuera una tarde redonda: ganando la final. Pero cuando venía cuarto, sufrí una caída. Igual pude terminar sexto. Más allá de todo, nada empañó la alegría del festejo", apuntó.
Respecto de sus sensaciones tras la consagración, indicó: "Es la primera vez que soy campeón y debo reconocer que se vive con mucha emoción. Sobre todo porque lo pude hacer en familia. Para nosotros todo es complicado, porque hacemos todo a pulmón, aunque esta alegría tapa cualquier cosa".
Seguidamente relató que "el chasis lo hacemos nosotros mismos. Tenemos el mismo que cuando arrancamos en 2014, el cual fuimos modificando de acuerdo al reglamento. Incluso las dos primeras carreras utilizamos un motor de Leandro Carro (de Nueve de Julio). Antes de ir a la cuarta fecha, en mi cumpleaños, mi viejo me dio la gran alegría de regalarme un motor nuevo. Lo había preparado Amílcar Zaffrea, que tiene una gran trayectoria en Santa Fe, pues ha realizado el desarrollo de muchos de ellos. Y la verdad es que se notó. Tuvimos un salto de rendimiento muy evidente. De hecho ganamos esa primera carrera, y a partir de allí todo se hizo un poco más sencillo".

                             UN AÑO DE TRANSICIÓN
A pesar de la alegría de la reciente consagración, Marino tiene decidido que no seguirá compitiendo durante este 2018. "El torneo Bonaerense se hace muy complicado por el tema de los costos. Tenés que ir a correr a ciudades muy lejanas como Carlos Casares, Bellocq o Bahía Blanca. Ya el año pasado terminamos con lo justo. Por eso, más allá de la alegría de haber alcanzado nuestro objetivo, decidí que voy a parar de correr lo que resta del año".
Igual seguirá ligado a la actividad, pues será el responsable de la moto de su hermano Bruno, que incursionará en el certamen regional de speedway. "Ese torneo arranca el primer fin de semana de abril en General Madariaga, y voy a hacerme cargo de todo lo relacionado con la moto". Vale consignar que el otro Marino competirá en la categoría 80 c.c. libre.
Pero la luz de la pasión por la competencia no se apagará definitivamente para Matías, pues aspira a volver en el 2019. "La intención es volver a correr el Bonaerense en el 2019, aunque en este caso seguramente dentro de la categoría 200 c.c. Por lo menos esa es mi intención. Con el paso de los meses se verá si puedo darme ese gusto", señaló.
En la parte final de la charla y mientras posa orgulloso con el trofeo conseguido por su condición de campeón, el balcarceño se encargó de agradecer el permanente apoyo "de mi familia, que me acompañó a todos lados; a mis amigos, y a todos los que de una forma u otra colaboraron para que hoy pueda estar viviendo este momento increíble".

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