En setiembre de 2015, Marina Montoya se fijó como objetivo principal poder estar presente en una de las principales competencias de aventura del mundo. Se trata del Ultra-Trail de Mont-Blanc, un ultramaratón de montaña, considerado como el más exigente de su tipo.
Para ello durante mucho tiempo intervino en competencias de esta especialidad que permitían reunir el puntaje necesario para aspirar a ingresar al selecto grupo de deportistas que luego serían parte de un sorteo. La fortuna de un bolillero debía definir la suerte de los 2.300 protagonistas de esta prueba única e insuperable.
Con una voluntad de hierro, Montoya (cumplió 41 años el pasado 29 de junio) fue acumulando millas y puntos, a costa de esfuerzo y dedicación. Pero faltaba cumplir el último requisito. Por fortuna, también la suerte estuvo de su lado y salió favorecida en el sorteo, por lo cual ya se aseguró un lugar en la largada, junto a los mejores del mundo.
"Se cumplió un sueño. En el primer intento salí favorecida en el sorteo y voy a tener la chance de estar en ese lugar, donde siempre quise estar. Esto es fruto del esfuerzo de mucho tiempo, que terminó coronándose de la mejor manera", le contó eufórica a LA VANGUARDIA y a PASION 5 la deportista oriunda de Santa Rosa (La Pampa), pero desde 2005 balcarceña por adopción.
Mont Blanc se lleva a cabo en los finales de agosto de cada año en los Alpes. Atraviesa Francia, Suiza e Italia, debiendo los competidores recorrer una distancia de 166 kilómetros, con un desnivel positivo de 9.400 metros. Arranca en la ciudad de Chamonix y es la prueba de trail running más prestigiosa de Europa. En cada una de sus ediciones participan unos 2.300 deportistas provenientes de 87 países. En su vasto recorrido, transita además: 19 municipios, 71 glaciares, 7 valles y 400 cimas. Los mejores corredores completan el recorrido en poco más de 20 horas; mientras que la mayoría tarda en promedio entre 30 y 45 horas. Con un dato no menor: no hay premio económico para los ganadores.
"Este es un proceso que arrancó en setiembre de 2015. La primera carrera que disputé para empezar a sumar puntos fue en abril de 2016. De ahí en más, siempre la cabeza estuvo enfocada en la concreción de esta posibilidad. Y finalmente se dio en el primer intento. Pero lo más importante, es que con las unidades acumuladas tengo la oportunidad de inscribirme en 2019. Así que por ahí se repite", expresó con una amplia sonrisa dibujada en el rostro.

                                UNA INTENSA PREPARACIÓN
La competencia de Montoya será el 31 de agosto y tendrá una extensión total de 170 kilómetros. Por esa razón, su intención es viajar hacia el escenario de la prueba con una anticipación de 10 días. "La idea es llegar con la debida antelación para ir aclimatándome al lugar".
Pero una exigencia semejante también determina una preparación especial, por ello la deportista local ya tiene definido participar en tres competencias, para ir logrando la puesta a punto ideal, desde lo físico y lo mental. "En primera instancia estaré participando entre el 22 y el 25 de febrero en la 13ª edición de la Misión, una carrera de 200 kilómetros que se disputa en San Martín de los Andes y que ya corrí anteriormente. La idea es aprovechar la altimetría para hacer una prueba a fondo, con todo el equipamiento que debo llevar".
"Posteriormente -agregó- el 28 de mayo voy a competir en el Desafío Ansilta, que se hará en San Juan, sobre 65 kilómetros, fundamentalmente porque también se corre en la cordillera".
"A ello hay que sumarle la UTACCH, Ultra Amanecer Comechingón, entre el 6 y el 9 de julio. Esa prueba se disputa Villa Yacanto de Calamuchita en las sierra de los Comechingones de Córdoba. La distancia es de 75 kilómetros". "Todo esto lo iré complementando con la posibilidad de viajar a los lugares donde la altimetría sea mayor a la de Buenos Aires y me permita entrenar en condiciones similares a las de Mont Blanc".
Respecto del riesgo de alguna eventual lesión, teniendo en cuenta lo duro de esta etapa previa, indicó que "voy a tratar de correr sin pensar demasiado en esas cosas, aunque tomando los recaudos necesarios. Sobre todo teniendo en cuenta cuál es el objetivo principal, pero consciente de lo necesario que es esta etapa preliminar para llegar en condiciones óptimas".

                                 EXPECTATIVAS
Con relación a sus expectativas para esta primera incursión en Mont Blanc, señaló: "En las próximas semanas vamos a comenzar a delinear la estrategia de carrera con mi entrenador. Hay que terminar dentro del tope máximo que es de 46 horas y media. Tengo la experiencia de haber corrido la The North Face Endurace Challenge de Chile, que tiene características bastantes similares. Incluso, muchos consideran que es más dura que Mont Blanc. En ese caso tardé 35 horas para cumplimentar los 160 kilómetros, lo cual me va la pauta de que voy a estar a la altura de la exigencia".
Reconoció que "el clima es un tema a tener en cuenta. Más allá de que será verano, el hecho de estar en la alta montaña determinará que habrá bajas temperaturas, y no hay que desestimar el hecho de que aparezca la lluvia".
Le preguntamos si se había fijado algún objetivo de máxima. Y fue contundente: "Estar en esta carrera es un premio en sí mismo. Por eso la idea principal es terminarla. Incluso aquellos que llegan a la meta reciben un chaleco recordatorio, con el logo de la prueba, que es casi como una medalla". "Soy consciente de lo duro que será todo, y que estarán los mejores del mundo. Además, mucha gente no puede terminarla. Así que mi objetivo es llegar al final", se ilusionó.
Vale consignar que habrá otras tres deportistas argentinas que compartirán categoría con Montoya, aunque son mucho más los varones nacionales que también serán de la partida. "Muchos de ellos tienen la experiencia de haberla corrido antes, así que los voy a utilizar como elemento de consulta para conocer algunos secretos de la carrera. Más allá de que por internet ya el circuito lo repasé muchas veces, hay cuestiones y vivencias que sólo se pueden conocer de experiencias anteriores".
En la parte final indicó que en los próximos meses comenzará a trabajar en la búsqueda de sponsors, que le ayuden a paliar los costos de esta aventura. "Me gustaría llevar marcas que representen a esta ciudad que tanto me dio, y también a mi provincia natal. Vamos a conformar un gran grupo de argentinos, pero siento que en el momento de la largada voy a estar representando a todos, y sería una buena forma de sentirme acompañada. Por lo demás, siento que estoy a punto de cumplir un sueño", concluyó.

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