Por primera vez en su carrera deportiva, Hugo Pecorale tuvo la oportunidad de medir fuerzas dentro de la élite del ciclismo mundial, en la divisional Master. Fue en el Campeonato Mundial efectuado en Los Angeles y que reunió a más de 600 competidores de distintos lugares del planeta. Muchos de ellos, los mejores de todo el orbe. Una experiencia enriquecedora que le sirvió para crecer tanto deportiva como humanamente.
"Siento que cumplí un sueño. Empecé a correr a los 17 años y la verdad en que nunca pensé que podía ser campeón argentino o panamericano. Ni mucho menos estar en un Mundial representando a mi país. Es una sensación muy fuerte", le dijo a LA VANGUARDIA y a PASION 5 en una nota exclusiva., concedida a pocas horas de su retorno a nuestra ciudad.
Vale consignar que el deportista balcarceño (cumplió 55 años el pasado 22 de enero) intervino en tres competencias dentro de esta cita mundialista y si bien no alcanzó los resultados que anhelaba, igual pudo recoger una valiosa experiencia. "Debo reconocer que me sorprendió la diferencia que existe entre el ciclismo que practicamos nosotros y lo que ocurre a nivel mundial. Los europeos y los norteamericanos son verdaderas máquinas. Te doy un ejemplo: en la prueba de persecución individual hice 2'35", mi mejor registro y con el cual hubiese sido campeón argentino y hubiera estado en un podio sudamericano. Acá el ganador hizo 2'19". Fijate que los master A hacen 1'04" en el kilómetro, y en la Argentina los elite normalmente andan por el 1'06". La diferencia es muy grande y te sirve para saber dónde realmente estás parado", reconoció.
También tuvo elogiosos conceptos para el Complejo Deportivo Carson, donde se desarrolló la actividad - fiscalizada por la Unión Ciclista Internacional (UCI)-. "Un escenario de primer nivel mundial, con una impecable pista de madera de 250 metros de extensión. Además tiene aire acondicionado. Un verdadero lujo. Y con una muy buena asistencia de público".

                              SU TAREA EN LOS ANGELES
Respecto de su tarea personal en la ciudad norteamericana, el ciclista local -compitió en la categoría Master C-2, de 55 a 59 años- indicó que "no quiero que suene a excusa, pero con el aire acondicionado del avión me agarré un fuerte resfrío y hasta tuve algunas líneas de fiebre. Eso fue un contratiempo imprevisto".
"En la primera jornada actué en la persecución individual y, como ya te había dicho, hice 2'35", contra los 2'16" del norteamericano que ganó. La verdad es que puse todo, pero era imposible pretender pelearles a estos monstruos. Igual terminé 14º, lo cual no es un mal resultado".
Pero los contratiempos aparecieron en las restantes dos pruebas donde estaba inscripto. "Debía correr la prueba de velocidad olímpica con Daniel Zicayo (Capital Federal) y Adrián Fiotti (La Plata). A último momento y por diferentes causas no pudieron hacerlo y tuve que conformar un equipo de apuro con Pablo Drascovich (San Nicolás) y Marcelo Orejuela (Capital Federal). Si bien anduvimos bien, nos sacaron mucha diferencia". Finalizaron en el decimocuarto.
Otro tanto pasó en la prueba de cuartetas. Allí el deportista local debía compartir equipo con el capitalino Francisco Lombardo, el santafesino Vicente Sorich, y Ricardo Pereyra, oriundo de Río Tercero (Córdoba). "Sorich decidió no correr y tuvimos que convocar a un guatemalteco para completar el equipo. Como habíamos hecho tiempos similares en la persecución, consideramos que teníamos que andar bien. Lamentablemente en uno de los relevos cometimos un error de coordinación, que nos restó posibilidades y finalizamos sextos".
"Cuando salí de Argentina, iba con toda la ilusión de estar siempre adelante. Pero la realidad es otra. Indudablemente por el momento estamos bastante lejos de este parámetro y hay que seguir trabajando para mejorar. A este nivel todo es muy exigente, porque todos se preparan de la mejor manera. Igual rescato la experiencia de haber participado y el hecho de tener una referencia clara de saber dónde estamos parados y cuánto hay que mejorar para ser competitivos. Claramente aquí estuvieron los mejores del mundo, y el hecho de haberme medido con ellos para mí es muy importante", reconoció.
Asimismo Pecorale aprovechó la oportunidad para adquirir elementos para contar con una bicicleta más acorde a la exigencia mundialista. "Pude comprar un cuadro de carbono de última generación y un juego de ruedas, que me van a permitir contar con una bici más competitiva".

                                  LOS PLANES FUTUROS
Con la experiencia de Los Angeles todavía a flor de piel, el balcarceño ya comenzó a planificar su cierre de temporada. "En principio tengo previsto correr en una prueba de tres días que se hará en el arranque de noviembre en Azul. Simultáneamente hay otra carrera importante en San Luis, pero elegiré la primera por una cuestión de cercanía". "También intentaré cerrar el año participando en diferentes competencias en distintos lugares de la zona".
Pero el terreno internacional también figura en sus planes para la próxima temporada. "Teniendo la referencia de lo que pasó en Los Angeles, el año próximo voy a trabajar en función de limar esa diferencia que me sacaron. Si logro ese objetivo, mi intención es volver el año próximo otra vez a Los Angeles. Si, por el contrario, la reduzco a la mitad, es probable que pruebe fortuna en el Panamericano que se hará en Cali (Colombia)". "Igualmente tengo intenciones de repetir esta experiencia mundialista, por lo cual si en 2018 no voy a Los Angeles; tengo en mente estar al año siguiente en el Mundial de Manchester (Inglaterra)".
En la parte final reconoció que "independientemente de lo vivido en Estados Unidos, este 2017 fue más que positivo para mí. Desde que arranqué en abril, tuve la oportunidad de ganar cinco carreras. Además, hice podio en las competencias de contra reloj y en la persecución, en el último Campeonato Argentino de ruta en Reconquista. Pero mi intención es seguir mejorando siempre y por ello, ya me estoy enfocando en lo que se viene", sentenció.

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