Para guardar el acceso directo en el escritorio de su celular, pulse y haga clic en AGREGAR A INICIO

Información Premium Registrate

¿Olvidaste tu contraseña?

Miércoles, 08 de Mayo de 2024 | 19680 Usuarios únicos

Fútbol

“La selección ocupó una parte importante de mi vida”
23-05-2017 Trabajó 12 años con el seleccionado nacional de fútbol, acompañando los ciclos de Marcelo Bielsa, José Pekerman, Alfio Basile y Diego Maradona. Desde su lugar al frente de la utilería, Marcelo Dalto vivió con intensidad una parte importante de la historia reciente del elenco albiceleste. Ahora es un balcarceño por adopción.
La última consagración del seleccionado mayor albiceleste data de 1993. Aquel equipo que dirigía Alfio Basile levantó la Copa América en Ecuador. Parece algo tan lejano. A partir de allí, en varias ocasiones estuvo coqueteando con la gloria en otras competiciones similares y en los Mundiales. Pero por una cosa u otra, el estigma nunca pudo romperse y seguimos esperando esa ansiada "vuelta olímpica" que nos reivindique.
Desde entonces y hasta el presente mucha agua corrió bajo el puente. Fueron muchos los procesos que se forjaron con la intención de terminar con el ayuno de festejos, pero sistemáticamente todos fallaron. Y la búsqueda continúa.
Entre 1998 y 2010 se sucedieron al frente del seleccionado nacional entrenadores de la talla de Marcelo Bielsa, José Pekerman, Alfio Basile y hasta el mismísimo Diego Armando Maradona. Lamentablemente sin alcanzar el objetivo. Más allá de los jugadores, todos ellos tuvieron en algo en común: al frente de la utilería estuvo Marcelo Dalto. Desde ese lugar fue acompañando estos procesos y por ello es palabra autorizada al momento de evaluar ese tramo de la historia futbolística nacional.
Allá lejos aparece esa primera experiencia en 1994 en Deportivo Español, colaborando con la dupla Oscar López-Oscar Cavallero. Luego, un fugaz paso por Bánfield. Hasta el desembarco en la selección sobre finales de 1998. Fueron 12 años muy intensos, que incluyeron los mundiales de Corea-Japón (2002), Alemania (2006) y Sudáfrica (2010).
Hoy Dalto (cumplió 52 años el pasado 7 de abril) es un balcarceño más. En su nueva tarea al frente de su propio comercio, transita otra etapa de su vida. LA VANGUARDIA lo contactó para charlar y conocer los entretelones de su tránsito por ese tramo de la historia del "Equipo de Todos".

                                     LA LLEGADA
-¿Cómo arrancaste en la tarea de la utilería?

-Lo hice por necesidad. No tenía trabajo y me pareció una buena solución para ese problema. Comencé en 1994 en Deportivo Español, de la mano de López y Cavallero. Dos fenómenos en todo sentido. Me encargaba no sólo de lo atinente a la indumentaria, sino también a los materiales de trabajo y a cuestiones relacionadas con la diagramación de pretemporadas. Cuando la entidad empezó a decaer, y se quedó sin un proyecto deportivo interesante, entendí que era el momento de partir. Tuve varios ofrecimientos, aunque me decidí por Bánfield, que por entonces estaba en la "B", pero poseía un diagrama de trabajo muy atractivo. Además de lo que significó la mejoría económica.
-¿Y en la selección?
-Escuché que estaban buscando gente para armar un equipo de trabajo nuevo y sostenerlo en el tiempo. (Daniel) Passarella había dejado el cargo, luego del Mundial de Francia y se había llevado a toda su gente. Sin que nadie me lo pidiera les hice llegar a (Julio) Grondona y (José) Pekerman -ya designado al frente del Departamento de Selecciones Nacionales- un proyecto de trabajo. Al mes me llamaron, tuve una reunión con Grondona y cerré mi contrato. Reunía las condiciones que estaban necesitando y todo se definió rápido. Ahí podría decirse que comenzó esta historia (se ríe).

                                EL LARGO PROCESO
-La primera experiencia fue con Bielsa.

-Sí. La verdad es que fue una etapa importante. Se han dicho muchas cosas de Bielsa y la mayoría son ciertas (se ríe). Hasta él mismo reconoció que estaba un poco loco. Es tremendamente obsesivo y lograba extraer siempre un poco más de todos: jugadores y colaboradores. Les transmitía una pasión casi amateur a todos.
-Ese proceso prometía mucho, pero se truncó en el Mundial.
-Todos creíamos que seríamos grandes protagonistas, con un plantel bárbaro y que venía de hacer una Eliminatoria impresionante. Pero nos fuimos en primera ronda y todo fue bastante traumático. En mi caso me fui al sur con mi viejo. Durante días no quería ni oír hablar de fútbol. Me acuerdo que miré la final desde El Bolsón, con un nudo en la garganta. Esa situación de hizo ver las cosas de otra manera. A partir de allí empecé a separar lo profesional de lo sentimental.
-El paso siguiente fue Pekerman.
-Con José nos conocíamos, porque casi empezamos juntos. Además tenía contacto con su gente más cercana, como (Hugo) Tocalli, (Gerardo) Salorio, (Eduardo) Urtazún y los médicos, pues también trabajé en algún momento con los juveniles. Se ocupó de agrandar el área de la utilería y darle más importancia. Todo con un grado de profesionalismo enorme.
-Alemania le puso fin a ese sueño.
-En cuartos nos encontramos con los anfitriones. Empezamos ganando, pero al final por esta historia de los penales, nos quedamos afuera. Fue otro cimbronazo, aunque yo estaba más preparado sicológicamente para afrontarlo.
-Luego Grondona buscó a Basile, que en ese momento dirigía a un Boca que ganaba todo.
-Además tenía buenos antecedentes, ya que había ganado dos veces la Copa América. Se rodeó de la gente que consideraba la más idónea. Se apoyó en nuestra experiencia y confiaron en nuestro trabajo, por lo que le estoy muy agradecido. Fue una lástima que no pudiera ganar la Copa América, ni llegar al Mundial.
-Y finalmente llegó nada menos que Maradona.
-Lo había conocido a Diego pues había trabajado en su despedida, aunque no había tenido un vínculo profesional. Y debo reconocer que me sorprendió. Siempre le puso especial consideración a nuestro trabajo, y se preocupó por mejorar no sólo las condiciones laborales del grupo, sino también el aspecto económico. También fue muy ordenado en su trabajo y logró armar un equipo importante. Pudimos superar con algún susto la Eliminatoria y en el Mundial veníamos bien, hasta que otra vez Alemania nos dejó con las manos vacías. Fue una derrota muy dura.
-En ese momento decidiste alejarte de todo el "mundo selección".
-Es que estaba un poco cansado y no encontré en la dirigencia la voluntad de impulsar algunos cambios que pretendía. Además estaba muy ligado a Diego. Fue el momento ideal para decir adiós. No me sentía cómodo y por lo tanto no tenía sentido forzar la situación. Fue una determinación difícil. La selección ocupó una parte importante de mi vida. La transité con mucha intensidad, pero no había vuelta atrás. De hecho, me alejé por completo de esa actividad.
-¿Te arrepentís de algo ahora?
-Creo que fue el momento justo. Mi personalidad y la coraza que tuve que armar para sostenerme en mi cargo, terminaron siendo el motivo de la salida. No estaba dispuesto a adaptarme a algunas cosas nuevas, porque hubiese determinado tener que ceder a mis principios. Conocí gente que dejó de lado sus ideales para convertirse en otra cosa. No iba a ser mi caso. Por eso no me arrepiento de haber dado ese paso.
-¿Es verdad que la selección se transformó en un "club de amigos"?
-Hay mucho invento en esa afirmación. Obviamente cuando los jugadores se encuentran una vez por mes en la selección, es lógico que se estrechen las relaciones y se busquen afinidades. Pero de ahí a decidir que venga alguien, o se vete a otro, hay un largo trecho. Además, es muy complicado que algún entrenador ponga en manos de los jugadores la decisión de las convocatorias, porque en definitiva, su propia cabeza será la primera en rodar si no se le dan los resultados.

                                       EL PRESENTE
-Teniendo en cuenta cómo está la Eliminatoria, ¿hay riesgo que nos quedemos afuera del Mundial?

-Muchas veces la selección ha estado en apuros para clasificar, pero tarde o temprano eso se logra. Argentina tiene jugadores de un enorme talento y una gran capacidad, que le van a dar la alegría a la gente de estar en el Mundial. No tengo dudas que Argentina va ser protagonista en Rusia.
-¿Porqué elegiste radicarte en Balcarce?
-Hacía mucho tiempo que quería venir a vivir acá. Siempre me gustó. Mis abuelos eran de San Agustín y tengo familiares en esta ciudad. Por eso hace unos dos años tomé la decisión y aquí estoy. Es un lugar fantástico para criar a mis hijos (tiene dos) y me siento muy a gusto. Ahora soy un balcarceño más.

Fotos y texto: (c) La Vanguardia 2017. Queda prohibida la reproducción parcial o total del material periodístico como las fotografías contenidas en esta información, que resultan de uso exclusivo del diario La Vanguardia. Se recuerda a los programas televisivos y sitios de internet que leen y utilizan material de esta página, sin citar la fuente, que están violando la ley de Copywright.

Más Noticias de Deportes
ver historial de notas
Publicidad
Publicidad

Contactanos

Crear Cuenta

Tengo Cuenta

Ingresar a Cuenta

Recuperar Clave

Generar Clave Nueva

Ingrese y confirme nueva clave