El encuentro -disputado en la cancha del "xeneize"- resultó equilibrado y de tono mediocre, con dominio alternado de las acciones y pocas emociones frente a los arcos. La mayor efectividad pinense fue la llave que destrabó esa paridad.
Los primeros 10 minutos mostraron a dos equipos que se respetaron mucho. Ordenados en defensa, achicando bien los espacios hacia atrás, pero sin potencia ofensiva. Luego de ese lapso Los Pinos comenzó a marcar un leve predominio. Fundamentalmente por la capacidad de desequilibrio que imponen sus dos delanteros: Olazagarre y Canto.
Y precisamente una combinación entre ambos marcó la primera diferencia. El "Vasco" manejó con criterio la pelota, metiendo una profunda diagonal. En el momento justo habilitó en profundidad a su compañero de ataque, dejándolo cara a cara con el golero rival. Allí Nicolás Canto mostró toda su capacidad y con una precisa definición, rompió el cero.
Esta diferencia acentuó el mejor trabajo pinense, que siguió manejando el trámite. Y además, en los pies de Olazagarre, tuvo el segundo, pero perdió el duelo con el golero auriazul.
Pasados los 25' los volantes de Boca se acomodaron mejor, cobraron mayor protagonismo y empezaron a discutir la posesión en el sector central. Y apareció en escena un incisivo Armoa, inteligente para "aguantar" la pelota y ser la descarga de sus compañeros. A su influjo comenzó a crecer el trabajo del "xeneize". Y cerca del epílogo terminó marcando el empate. Luego de una profunda llegada por la derecha, Luciano Armoa se elevó en el área y metió el cabezazo goleador que le puso justicia al resultado parcial.
El complemento se hizo más equilibrado. Boca apelaba al pelotazo como forma de llegada; mientras que Los Pinos confiaba en su dupla atacante. Pero ambos se mostraban imprecisos y faltos de ideas en la creación. Por eso las acciones se centraron en los lugares muy alejados de los arcos. De todas maneras el elenco dueño de casa tuvo una chance inmejorable, cuando un potente disparo de Cejas fue desviado con gran esfuerzo por el golero Villarruel. La pelota pegó en el travesaño y la terminó despejando un zaguero.
Cumplida la media hora se hizo evidente un declive físico de Boca, cuyos jugadores empezaron a llegar tarde a los cruces, y eso le dio un envión a Los Pinos, que se mostró más ambicioso. Y sobre los 40' alcanzó el gol que le dio el triunfo. Una buena llegada de Olazagarre fue interrumpida con infracción dentro del área. El árbitro Ares sancionó correctamente la pena máxima. Se hizo cargo de la ejecución Franco Villalba y, con un potente disparo, decretó el 2-1 final.
Los Pinos logró un triunfo clave que lo dejó a las puertas de las semifinales, sólo perdiendo en la revancha por una diferencia mínima de dos goles verá interrumpido su sueño de meterse en la instancia decisiva de la competición.

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