Desde hace tiempo el balcarceño Lisandro Gilligan viene cumpliendo actuaciones relevantes con la camiseta de Liceo Naval de Buenos Aires, lo cual no pasó desapercibido para quienes trabajan con los seleccionados nacionales. Esa circunstancia motivó que el año anterior recibiera una invitación para sumarse a una concentración de carácter nacional, para menores de18 años.
Recientemente volvió a repetir esa experiencia, pues los hermanos Nicolás e Ignacio Fernández Lobbe y Gastón Conde, quienes tienen a su cargo al representativo nacional "Los Pumitas" lo sumaron a la nueva concentración, desarrollada en instalaciones del Hindú Club entre el lunes 9 y el miércoles 11 de la presente semana.
Allí Gilligan (cumplió 18 años el pasado 20 de febrero) tuvo la chance de trabajar junto a otros 35 jugadores provenientes de diferentes puntos del país, durante tres exigentes jornadas.
Surgido del Club Social y Campo de Pato local, donde comenzó a jugar a los 7 años, "El Mago" (como lo apodan sus amigos), desde su puesto natural de apertura, tuvo la chance de transitar por varias divisionales de la entidad local y además registra varias convocatorias a los seleccionados de la Unión de Rugby de Mar del Plata.
Finalizada su tarea con el representativo nacional, le concedió una extensa entrevista exclusiva a LA VANGUARDIA y a PASION 5 en la cual brindó detalles de esta positiva experiencia.

                                  LA CONVOCATORIA
-¿Qué significado tiene para vos esta nueva convocatoria?
-Este es un paso importante en mi carrera deportiva. Haber recibido esta convocatoria por segunda ocasión consecutiva es un lindo reconocimiento para el entrenamiento que vengo desarrollando desde hace años en mi club. También lo tomo como un reconocimiento a mi evolución como jugador.
-Además tuviste la chance de trabajar junto a los entrenadores de "Los Pumitas".
-Si, la convocatoria la realizó la UAR (Unión Argentina de Rugby) y por eso estuvimos trabajando con Nicolás e Ignacio Fernández Lobbe y con Gastón Conde, que son los entrenadores. Además había 35 chicos pertenecientes a clubes de todo el país.
-¿En qué consistió el entrenamiento?
-La actividad estuvo concentrada especialmente en las destrezas. Por ejemplo, el pase para el ruck, o los duelos. También nos efectuaron evaluaciones físicas para conocer el estado de cada uno. Recién en la última jornada hicimos un partido.
-¿Te sentiste a gusto con la tarea desarrollada? ¿Te sorprendió algo de lo que te pidieron?
-Los entrenamientos fueron muy duros, pero era algo que íntimamente yo esperaba. Si bien la tarea es muy exigente, igual se hace divertido, porque los entrenadores tienen mucha experiencia y saben cómo motivarnos. Además, nos pidieron concretamente que juguemos como sabíamos y que, fundamentalmente, tratemos de disfrutar de la experiencia. Eso es algo importante, porque te quita presión, te saca nervios y te hace jugar más libre. Para mí fue la segunda experiencia, porque había participado de algo similar el año anterior. La verdad es que se viven sensaciones muy lindas y si bien fueron 3 días de mucho trabajo, me encantaría formar parte de una nueva convocatoria en el futuro.
-¿Qué nivel observaste en el resto de los jugadores convocados?
-Todos los jugadores eran muy buenos, porque siempre convocan a los mejores de cada equipo. De todas maneras considero que estuve a la altura de la exigencia y creo no haber desentonado.

                               PENSANDO EN EL FUTURO
-Teniendo en cuenta que esta es tu segunda experiencia en este tipo de convocatorias, ¿considerás que se te abren posibilidades concretas de ser un "Pumita"?
-Para eso todavía falta mucho (se ríe con ganas). De todas formas este tipo de convocatorias me da la chance de quedar dentro de un sistema y seguir siendo observado, con vistas al Mundial juvenil que se hará en 2018. Si logro formar parte de ese equipo, recién en ese momento podré considerarme un "Pumita". Igualmente tengo muchas ilusiones en poder lograr ese sueño.
-Si llegara esa convocatoria, ¿qué significado le das para tu carrera deportiva?
-Sería maravilloso mantener mi lugar en este tipo de concentraciones, porque me permite trabajar a un muy alto nivel y con entrenadores de mucha experiencia y capacidad. Y, por qué no decirlo, mantener encendida la ilusión de ponerme la camiseta de la selección nacional.

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