Viviendo una de las mayores alegrías de su carrera deportiva, Facundo Lemmo volvió a transformarse en uno de los baluartes que condujeron a Brown de Adrogué -fundado el 3 de marzo de 1945- a conseguir un nuevo título en la "B" Metropolitana. Un lauro que además le aseguró retornar a la Primera "B" Nacional.
A mediados del año anterior, la entidad perdió su lugar en esa divisional tras una floja campaña, pero tanto Lemmo como un grupo de jugadores decidieron permanecer en el club con el objetivo principal de tomarse desquite. Y lo consiguieron. En una infartante definición y con un gol señalado en el cuarto minuto de descuento por Juan Manuel García, a la salida de un córner, vencieron a Deportivo Morón por 2 a 1. Beneficiándose además con la igualdad sin tantos entre Estudiantes y Defensores de Belgrano. De esta manera, Brown -dirigido técnicamente nuevamente por Pablo Vicó- concretó un esperado ascenso que ahora el balcarceño disfruta de manera especial. Por su doble condición de capitán e hincha.
El volante surgido de las inferiores de Rácing Club local, aportó su talento e intenso trajinar por el sector izquierdo, sumando su valiosa experiencia en momentos claves de la definición. Con 33 años cumplidos (el pasado 12 de julio) y seis temporadas en el club, es uno de los referentes del elenco campeón.
En una extensa charla con LA VANGUARDIA y PASION 5 analizó el título conseguido y también se refirió a su futuro deportivo.

                                           LA CONSAGRACIÓN
-¿Cómo estás viviendo este momento tan especial?
-Con mucha alegría, disfrutando al máximo. Con el paso de los días voy tomando conciencia real de que lo que logramos es realmente muy importante. Para el club, para el grupo y personalmente para mí.
-Teniendo en cuenta que habían perdido la categoría hacía poco tiempo, ¿se sentían obligados a conseguir el ascenso?
-Muchos de los chicos que nos tocó descender decidimos quedarnos con ansias de tomarnos una revancha. Lo intentamos en el torneo de Transición, pero no pudimos. Sabíamos que en un certamen más largo iban a crecer nuestras posibilidades. Había dos chances: el título o el Reducido. A medida que los resultados nos fueron acompañando, obviamente el campeonato pasó a ser el objetivo. Por suerte lo conseguimos.
-¿Cuál fue el secreto del equipo, que siempre fue protagonista a lo largo de un torneo tan duro?
-Lo fundamental fue mantenernos tranquilos. Sobre todo en los momentos difíciles. Arrancamos muy bien, aunque éramos conscientes de que en algún momento podría venir algún bajón. Y nos terminó pasando, pues estuvimos 7 fechas sin ganar. En esos pasajes mantuvimos la cabeza fría, y mentalizados que había que llegar a la última fecha con posibilidades de pelear el título. Fue así que logramos mantenernos en carrera hasta ese momento decisivo, más allá de que en esa jornada final nuestras chances eran menores que las de Estudiantes.
-¿Cómo manejaron la ansiedad en esa última fecha?
-La ansiedad es difícil de manejar, aunque se da fundamentalmente en la previa del partido. Cuando la pelota empieza a rodar te concentrás en el juego. Nosotros sabíamos que debíamos ganar y esperar que se diera un resultado positivo en el partido entre Estudiantes y Defensores. Por eso les pedimos a los colaboradores que no nos dijeran nada de lo que pasaba en la otra cancha. Entramos mentalizados en ganar. Después sería el momento de ver qué pasaba en otro lado.
-Imagino que ese gol sobre la hora debe ser uno de los que más gritaste.
-Lo del gol sobre la hora fue tremendo. Parecía que se nos escapaba el título, porque no podíamos ganar. Yo había salido y estaba muy ansioso en el banco. Cuando van a ejecutar el córner, el masajista se me acercó, me abrazó y me dijo "Facu, ahora viene el gol". La verdad es que recién alcancé a ver la pelota cuando estaba dentro del arco. No sabía quién la había metido, pero nos mandamos a la cancha a festejar. Era una locura. Una alegría que no se puede explicar con palabras.
-¿En ese momento sabían que eran campeones?
-No. El otro partido no había terminado. Pero cuando volvemos hacia el banco, el periodista de TyC Sports, que estaba haciendo campo de juego, nos dijo que recién había culminado 0 a 0. Ahí empezó el festejo. El llanto, el desahogo, todo junto.
-La gente de Morón se comportó muy bien.
-Eso es algo que me gustaría destacar. Cuando dejamos la cancha, nos aplaudieron a pesar de que les habíamos ganado. Es algo inusual en el fútbol argentino, pero hay que valorarlo. También pudimos celebrar sin problemas en el vestuario y nadie nos molestó cuando dejamos el estadio.

                                         EL TORNEO
-¿Fueron merecidamente los campeones? ¿Cuál fue el rival más duro?
-No sé si fuimos los mejores. Creo que los tres que peleamos el título hasta el final hicimos los méritos para ser campeones. La definición fue muy apretada. Los tres teníamos formas diferentes y cada cual con sus armas hizo lo mejor que pudo. Nosotros tratamos de imponer nuestro estilo de los últimos años, que es de manejar la pelota a ras del piso, intentando jugar siempre y con la trepada de los laterales. Defensores es un equipo con buen sistema defensivo, que trabaja muy bien la pelota aérea a su favor, y es muy difícil hacerle goles. Estudiantes es más compacto, con jugadores que le imprimen al juego mucha dinámica. Por eso no tengo dudas que ambos fueron los rivales más complicados.
-¿Por ejercer la capitanía, se disfruta de otra manera este ascenso?
-Cuando sos el capitán, en las derrotas te sentís un poco más responsable que el resto. Pero en el momento de los títulos, la situación se disfruta de otra manera. Sobre todo por la sensación de que el deber está cumplido. Decidí quedarme en el club porque quería ascender, y lo logré. ¡Qué más puedo pedir!.
-No caben dudas de que te ganaste el rótulo de referente del plantel.
-Soy consciente de que tengo un rol importante, adentro y afuera de la cancha. Por eso valoro especialmente este título. Por lo demás, creo que hicimos un buen torneo en lo grupal. Y personalmente me sentí muy bien.
-¿Otra vez fue clave la tarea de Pablo Vicó?
-Sin lugar a dudas que Pablo es responsable en gran medida de este título. Siempre destaco su metodología para conformar los planteles. Antes de traer a un jugador, primero busca las referencias personales, más allá de las capacidades futbolísticas. Por eso arma buenos grupos y eso es clave para obtener resultados positivos. Pero también hay que resaltar el trabajo del resto del cuerpo técnico, por su profesionalismo y su don de gente en el día a día. Y no quiero olvidarme de los dirigentes, que nunca nos han hecho faltar nada y están listos para solucionar cualquier contratiempo. Somos uno de los pocos planteles que estamos al día con todo. Y eso es algo para destacar, porque también ayuda al momento de enfocarse en conseguir objetivos importantes.

                                         EL FUTURO DEPORTIVO
-¿Cómo es tu situación contractual?
-Tengo contrato vigente hasta el mes de diciembre y sinceramente todavía no hablé con nadie sobre mi futuro. Voy a esperar unos días para empezar a pensar en eso. De todas maneras quiero aclarar que la prioridad siempre la tendrá Brown.
-¿Te gustaría jugar nuevamente la "B" Nacional con esta misma camiseta?
-Me gustaría seguir en el club. Ya llevo jugados 199 partidos con esta camiseta en los casi 6 años que llevo en el club y sería muy lindo cumplir los 200. Pero la decisión no sólo depende de mí. Hay que ver si Pablo sigue o no. Si llegara a venir otro entrenador, si desea que me quede o no. En fin. La idea es analizar las propuestas que haya, sin apresuramientos.
-¿Querés agregar algo más?
-Quisiera agradecer nuevamente el apoyo de toda mi familia. En especial a mi novia. También a mis amigos y a toda la gente de Balcarce que me respalda desde muy chico, ya sea estando cerca o desde la distancia. A todos ellos quiero dedicarles este campeonato, que me hace inmensamente feliz.

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