Fundado el 20 de febrero de 1935, los flamantes socios reunieron 35.000 pesos de entonces y compraron la sede de calle 17, entre 20 y 22.

Cuatro clubes que tendrían distinta trayectoria surgieron en el pueblo en las cuatro primeras décadas del siglo pasado. En la primera –en 1908- fue fundado el Trabajo con la finalidad de hacer un centro recreativo que agrupó en sus inicios a 120 balcarceños e inmigrantes. Tuvo tres sedes hasta que en 1968 inauguró el edificio de calle 16, entre del Valle y 17. En el ´96 inició otra importante etapa al fusionarse con Sportivo Balcarce y constituir la actual entidad.

En la década siguiente nació Social –en 1913- por la fusión de Unión y Balcarce, clubes formados años antes y que tuvieron corta existencia. La nueva institución tuvo activa vida social, fomentó el deporte con la paleta y el básquet, para llegar a un nuevo  paso relevante cuando el 5 de agosto de 1979 decidió otra unión que puso en marcha al Social Pato.

En 1922 la intención de 17 muchachos en formar un club de fútbol dio nacimiento a Sportivo Balcarce con sus colores amarillo y negro. Creció con el paso de los años desde su sede en la calle 17 y el estadio de la avenida San Martín, hasta que en 1996 concretó una nueva fusión en la ciudad: Sportivo -Trabajo.

Llegó la cuarta década del siglo 20 en la que vecinos se unieron  fundando un club “para fomentar vínculos de sociabilidad, apo-

yar obras de progreso en beneficio de la comunidad y trabajar por la ayuda mutua”. La primera reunión se realizó en el domicilio del doctor Pedro A. Zerrillo, considerado uno de los médicos estables en aquel pueblo y quien había sido el más firme impulsor de la nueva iniciativa.

EL GRUPO FUNDADOR

En la noche del 20 de febrero de 1935 en esa vivienda y consultorio de calle 17 casi esquina 20 se escucharon distintas opiniones. Una fue la de Pascasio Azcárate, presidente del Centro Unión Comercial e Industrial, quien comentó que esa agrupación estaba en vías de   disolverse y que su gente podía sumarse al nuevo club. Además se decidió que Zerillo y el vecino Hortal hablaran con otros posibles interesados y buscaran un local donde reunirse.

En esa fecha se fundó el Club General Balcarce y en esa numerosa nómina inicial aparecen Urbano Pradere, Pascasio Azcárate, José Méndez, Cayetano Amadeo, Julio Migoya Barceló, Ubaldo Pérez, Enrique Roza, Florentino D. Poso, Benito Santos, Eusebio Pérez, Toribio García, Enrique Gastaldi, Tomás Mandiola, Juan A. Diez, Fausto García y Martiniano Urdampilleta.

Otros fueron  Rodolfo Balinotti, Juan P. Vismara, Juan P.I. Prack, Pedro Vismara, Nereo Crovetto, José H. de la Sota, Eliseo A. Aboitiz, Pedro J. Salomone, Julián Retes y Raúl Melazo. La primera comisión directiva la encabezó Zerrillo, presidente; con Diez como vice; Prack, secretario; y Carreras, tesorero. En relatos de esa época de Balcarce, uno fue que el Club quedó formado por vecinos que se identificaban con la Unión Cívica Radical.

Quienes hoy tienen conocimiento de nuestra historia, seguramente encuentran en la nómina antes citada apellidos de ciudadanos con esa orientación política. Aquel surgimiento de la entidad se hizo en la década que se conoció como “infame”, con los gobiernos del conservadorismo en la provincia y en nuestro distrito. Una de las decisiones importantes del grupo fue reunir 35.000 pesos de aquel tiempo para adquirir la amplia casa de calle 17, entre 18 y 20, que desde entonces es la sede.

En una edición del diario El Liberal se recordó que uno de los ideales del grupo de socios fue “difundir el espíritu de solidaridad”, además de desarrollar actividades en fomento de la cultura. Eso significó la realización de charlas sobre diversos temas, a la vez que la sede fue centro de esperados bailes en las fechas patrias y la celebración del Carnaval, con noches en las que se alcanzaba mucha diversión.

Esta historia de más de 80 años marca que también en los salones se hicieron torneos de ajedrez y de casín locales y zonales, con elogiados jugadores de Balcarce. Atrajeron a numeroso público además veladas con destacados billaristas y campeones de ese deporte, que necesita precisión y concentración. Venían a nuestra ciudad para hacer exhibiciones o disputar partidos en forma individual o por parejas.

En la actividad diaria los juegos de naipes con barajas europeas fueron constantes. En el último tramo de estas ocho décadas en esas instalaciones otras entidades desarrollaron actividades, como  Liga Balcarceña de Fútbol, Centro Basko Balcarce, Liga Balcarceña de Ajedrez y el Auto Club Balcarce.